
La bronca no le pasó tan fácilmente. Quilmes había tenido una noche especial redondeando un juego de números altos y aprovechando los errores de su equipo, San Martín. Por eso el entrenador Ariel Rearte sentía la vergüenza deportiva y supo mantener la línea a la hora de una autocrítica. Quizás la menos esperada.
“Sin dudas que fue una de nuestras peores noches en mucho tiempo, pero nosotros fuimos responsables de lo que pasó en la cancha. Si busco algunas falencias puedo decir que preparamos en defensa todo lo que hizo Quilmes, así que da más bronca eso”, exclamó.
Lo que más desazón ocasionó en el coach fueron los desajustes en la defensa propia que permitieron al rival marcar 62 puntos en los dos primeros cuartos.
Pero confía en la recuperación: “Mostramos que no estuvimos a la altura de una final y ante Quilmes lo pagamos caro. Ellos salieron muy decididos y nosotros lo dejamos jugar. Pero ya está, todavía las chances permanecen y así lo entienden los jugadores”.
Y no hay tiempo para mayores lamentos: “Hay que levantar la cabeza y hacerse cargo. Tenemos que ser conscientes que con nuestro juego podemos dar mucho más”.
Tras la charla con sus jugadores, Rearte pidió tres cosas para emparejar el juego entre ambos equipos y salir decididos desde el primer minuto: “Recuperando nuestro carácter en defensa, la mayor concentración en todo el partido y el compromiso en el juego confío en que podemos hacer un buen papel”. Es necesario esto para forzar un 5to juego, de desempate, el jueves en Corrientes.
Video y práctica
El plantel recuperó fuerzas ayer con una práctica formal realizada a la noche y marcó los hechos puntuales que debe corregir para hoy.
Bajo las órdenes del profesor Diego Coronel, los jugadores realizaron un trabajo regenerativo y mostraron la plenitud física palpitando el segundo juego en el Once Unidos.
El norteamericano Anthony Glover cerró el juego del domingo con molestias pero en los trabajos de ayer mostró la clara recuperación.
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