SEGUILO ON-LINE POR ACA

jueves, 26 de mayo de 2011

LIGA NACIONAL = MAR DEL PLATA = FINAL = ASI LO VIERON LOS MEDIOS DE TODO EL PAIS





Peñarol 95 – Atenas 64 (Serie 1-0)
Peñarol le dio una paliza a Atenas / Clarín

Peñarol lo hizo fácil. En el primer partido de la serie final de la Liga Nacional, el campeón expuso una versión inmejorable en Mar del Plata y dejó a Atenas demasiado lejos del equipo que fue a lo largo de la temporada. Fue 95-64 para el local, que el viernes, también en el Polideportivo Islas Malvinas, buscará irse a Córdoba 2-0 arriba en la serie.

El equipo de Sergio Hernández dominó el juego desde el inicio mismo. Leonardo Gutiérrez demostró una vez más porqué es el as de espadas de la Liga Nacional y se hizo cargo de las responsabilidades en ataque de Peñarol. Leo jugó e hizo jugar. En la primera mitad construyó una actuación difícil de igualar en una final tan pareja. Al término de los 20 minutos inciales, el ala pivote de la Selección consiguió 20 puntos (6/9 en triples). Pero claro, en el básquet un jugador sólo no gana un partido. Y hoy Peñarol ganó porque todos sus hombres estuvieron en un nivel superlativo.

Kyle Lamonte fue otro de los que no dejaron respirar a Atenas. El extranjero de Peñarol, algunas veces criticado por su intermitencia, hoy fue el socio ideal de Leo Gutiérrez y supo resolver la maraña defensiva que intentó plasmar Sebastián González. Esta vez, a diferencia de lo ocurrido en Formosa, el DT de Atenas no le encontró la vuelta al partido.

Si Atenas quería tener alguna chance de ganar precisaba de una inspirada noche de Bruno Làbaque, su emblema. Sucedió todo lo contrario. El base tardó en entrar al partido y, si bien encestó 13 puntos (sólo dos fueron en la primera mitad), la mayoría de ellos fueron cuando la historia ya estaba sentenciada.

No debe confiarse Peñarol con esta abultada victoria. El viernes tiene otro examen que rendir y no puede fallar si es quiere irse con tranquilidad a Córdoba. Atenas, en tanto, vino a buscar un punto a Mar del Plata y debe dejar atrás esta dura caída. Corazón no le falta.

Mucha experiencia / Olé

Basado en la efectividad de sus perimetrales, en la jerarquía de sus figuras, en el liderazgo de su estrella y en la constancia de su rotación, Peñarol aplastó a Atenas por 95 a 64 y se llevó el primer punto de la final de la Liga Nacional.

El equipo de Hernández jugó un encuentro perfecto y no permitió equivalencias ante un rival frustrado por la intensidad local y su fortaleza defensiva. Se sabe que Peñarol en el Poli es letal (está invicto en estos playoffs) y que por múltiples razones partía como favorito en esta serie, pero nadie esperaba tamaña paliza. El campeón llegó a sacar 26 puntos de ventaja y jamás permitió reacciones ajenas. Con un asombroso 54% en triples (hasta Leiva metió uno), machacó psicológicamente a los jóvenes cordobeses que habían planteado un partido de puntaje bajo y terminaron comiéndose más de 90 puntos. Nunca hubo paridad. El goleador del juego fue Leo Gutiérrez, con 23 puntos (7-12 triples), quien quedó a uno del récord en finales. Otro dato: fue la peor derrota del Griego en 78 partidos de final.

El segundo punto se disputará el viernes. Este cruce tiene margen todavía, no hay que apresurarse en los vaticinios. Pero Peñarol dejó un mensaje muy claro. Habrá que ver si Atenas se atreve a faltarle el respeto.

A los bombazos, Peñarol consiguió el primer punto de la final / La Nación

Cuando el ataque de Peñarol es misilístico, tierra-aro, la defensa rival ni siquiera puede distinguir cuál es el enemigo y, mucho menos, neutralizarlo. Sólo hay que taparse los oídos cuando se escucha ese letal silbido previo y la gente se levanta de las butacas presintiendo el bombazo. En realidad, los marplatenses tienen un arsenal completo para ganar, pero nada les rinde más ni los hace lucir tan sólidos e invencibles como cuando embocan esos largos tiros. Cuando Leo Gutiérrez o cualquiera de sus compañeros se encuentra inspirado desde afuera de los 6,75 metros, prácticamente hay que resignarse o encomendarse a Dios, como más o menos lo hizo Atenas anoche, que perdió el primer juego de la final de la Liga Nacional por 95 a 64 porque el local lo amilanó de entrada, acertando 10 de 16 intentos de triples sólo en la mitad inaugural (55-30).

Los cordobeses alternaron defensas, presionaron la salida del rival, buscaron desgastar con James Williams, pero entre las desprolijidades y los apuros que los llevaron a perder muchos balones y el machacante bombardeo del adversario, ya a los 18 minutos perdían por 25 puntos (55 a 30). Inesperado. En ese lapso, el milrrayitas acertó más lanzamientos de tres puntos (10 de 15) que de dos (9 de 15), con 6 de 9 de Leonardo Gutiérrez, el artillero que sumó 20 tantos en ese arranque furibundo. Y cuando no estallaron los misiles, Kyle Lamonte, estratégicamente ubicado sobre el fondo de la cancha, hizo estragos con su agilidad. Encima, en esa primera etapa Atenas acertó apenas 2 de 9 tentativas de triple. Demasiada diferencia. Demasiado fuerte el primer golpe.

En la segunda mitad, con mucho oficio y aprovechando su plantel de buenos suplentes, el ganador puso piloto automático para mantener la ventaja y divertir a su gente, enloquecida con tanta supremacía, y que no dejó de cantar ante el desconcierto y la desazón de los cordobeses. Sobre el final del tercer cuarto Martín Leiva, el pivote, encestó un triple, para un increíble 73 a 46. Así, el partido se acabó. ¡Listo!

Veamos qué pasará mañana en el segundo encuentro. Anoche Peñarol, con 14 de 26 en triples (56%), el goleo de Gutiérrez (23, con 7/12 en tiros de 3) y Lamonte (18) y mucha concentración del resto para defender y ganar los rebotes, puso un 1-0 que fue más que eso. Demasiado duro para Atenas.

Sebastián González, el director técnico de Atenas, no sólo tiene la virtud de haber llegado a la final en su primer año dirigiendo en Liga Nacional, sino que además lo hizo con un equipo totalmente renovado y con muchos basquetbolistas de la gran cantera del club cordobés.

El show de Gutiérrez y su ballet / Diario La Capital

La serie final de la Liga Nacional de básquetbol tuvo un comienzo soñado para Peñarol, que jugó un primer tiempo perfecto que le permitió vapulear a Atenas de Córdoba por 95 a 64 y arrancar 1-0 esta definición. El equipo marplatense en esos primeros veinte minutos, de los mejores de la temporada, fue una máquina de jugar al básquetbol. Y en ellos Leo Gutiérrez, con veinte puntos, rebote, defensa y pases, brilló con luz propia para liderar una orquesta afinada. El segundo cotejo se jugará mañana a las 21.10 también en el Polideportivo.

Peñarol le mandó un a Atenas un mensaje claro y contundente en esta primera final. Le hizo saber que está en uno de sus puntos más altos de la temporada y que se siente muy a gusto en este tipo de partidos.

Fue abrumador el dominio peñarolense en el primer tiempo. Porque plantó, una vez más, una defensa eficaz, sobre todo en el perímetro cordobés. Y porque tuvo una de esas noches dulces con el aro que suele tener en el Polideportivo.

Leonardo Gutiérrez abrió el marcador con un tiro de tres puntos y fue toda una premonición. Las oportunidades de tomar tiros limpios desde el perímetro fueron muchas para el equipo marplatense desde el vamos. Incluso, los tomó a la carrera, para finalizar contraataques.

Y más que fragilidad defensiva del rival fue mérito del famoso pase extra, recurso anoche más prolífico que nunca.

Sebastián González, entrenador de los cordobeses, tuvo que pedir minuto cuando restaban 5m16s para finalizar el primer cuarto y Peñarol ya ganaba 15 a 5. A esa altura, Atenas lucía definitivamente incómodo, nervioso, errático. Lo único bueno para sus posibilidades era que lograba poner en problemas de faltas a Martín Leiva y después a su relevo, Alejandro Reinick. Y poco más. Apenas un cierre interesante de primer cuarto, para salir sólo ocho puntos detrás (16-24) al segundo parcial, en una posición expectante.

No le sirvió de mucho. El equipo marplatense siguió intratable. Por momentos, dio una lección de básquetbol. Y sin pivote natural en la cancha.

Lamonte, como siempre, rompió un poco el molde de la circulación del balón. Pero anoche anduvo efectivo como pocas veces. Tras siete puntos en fila suyos, Leo Gutiérrez encadenó dos bombazos consecutivos (fueron seis suyos en el primer tiempo) y la renta se elevó a 39 a 23 a falta de 6m30s.

Un Gutiérrez indetenible y generoso lideró una ofensiva que funcionó como un violín y nadie le fue en zaga al ala-pivote en cuanto a puntería. Selem Safar vino con otros desde el banco y las diferencias treparon por encima de los veinte puntos. No fueron más grandes porque, en medio del descalabro, Atenas mantuvo algo de disciplina y buscó aprovechar la ausencia transitoria de Leiva con Williams y Lewis. Los pivotes consiguieron sus puntos, pero no pudieron impedir que la lucha se defina prácticamente en la primera parte. Peñarol se fue al descanso con un 55-32 lapidario.

El segundo tiempo no tuvo tanto brillo. Atenas defendió mucho mejor sobre el perímetro y menguaron los escalofriantes porcentajes de tiro abierto (67%, con 10 de 15 triples) que el local tuvo en el primer tiempo.

Sin embargo, Peñarol, pese a la gran ventaja, no se relajó ni un ápice. Si Atenas cerró el cerco sobre los perimetrales, el equipo de Hernández lo hizo con la dupla de extranjeros de los griegos. Y, a falta del tiro de tres puntos, buscó e incrementó la diferencia con los tiros cortos de Martín Leiva. El propio pivote, después de una gran sucesión de pases, anotó un tiro de tres puntos que llevó la diferencia a veintiocho puntos, 71 a 43, a falta de un minuto para el final del parcial.

El cuarto final estuvo de más. Fue una anécdota. El entrenador cordobés, Sebastián González, ya no utilizó a sus extranjeros. Sergio Hernández también cuidó a Leonardo Gutiérrez y les dio el gusto de su vida a los pibes Matías Sesto y Mauro Cerone, quienes entraron un ratito cerca del final. El primero, incluso, anotó cinco puntos consecutivos y le puso la frutilla a un postre muy generoso.

Peñarol dio cátedra y goleó a Atenas en la primera final / La Voz del Interior

Atenas la pasó mal en el primer partido de la serie final de Liga Nacional. Perdió ante Peñarol, por paliza, en un choque que se abrió la definición y que se jugó en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata.

El primer cuarto fue para el local 24 a 16, mientras que el segundo también fue para Peñarol, pero por 31 a 16 (55 a 32). En tanto que en el tercer cuarto, el Griego pudo defender mejor, pero no achicó la diferencia: 77 a 46.

Al final, fue demolición, con un marcador demasiado holgado para una final: 95-64.

En 78 partidos finales, ésta fue la peor derrota de Atenas. La anterior había sido el 80-104 con Gepu (21-5-1992), por 24.

"Por las cosas que hicimos defensivamente. Ellos nunca encontraron su juego, no pudieron correr... Por eso sacamos la diferencia que sacamos", explicó Leo Gutiérrez, la figura del partido.

Peñarol, firme, aplastó a un Atenas muy débil / Diario El Atlántico

Peñarol ganó el partido por una diferencia de 31 puntos y desde los primeros diez minutos pudo alejarse en el marcador. Durante ese primer tiempo sacó la ventaja necesaria que luego se limitó a mantener en el complemento para deleitar a su gente. Fueron parciales de 24-16, 31-16, 18-14 y 22-18, todos a favor del Milrayitas.

Leonardo Gutiérrez con 23 puntos fue el goleador del partido. Lamonte con 18 y Tato Rodríguez con 15 lo secundaron en el tanteador. Partido tranquilo para el equipo de Sergio Hernández y victoria clara para arrancar del mejor modo la búsqueda del bicampeonato.

Muy verde / La Mañana de Córdoba

No fue el arranque esperado por Atenas. Cayó 95 a 64 y fue ampliamente superado por Peñarol, que tuvo un gran porcentaje en lanzamientos de tres puntos, sobre todo en el segundo cuarto y que no le dejó imponer nunca su juego, en el Polideportivo Islas Malvinas, que será el mismo escenario para el segundo juego de la llave, que continúa mañana a las 21. En los primeros minutos, el “griego” se chocó con una topadora llamada Peñarol, que se presentó como un equipo decidido a hacer su trabajo y que parecía no dejar reaccionar al rival, centrando su poderío ofensivo en Leo Gutiérrez y su temible lanzamiento de tres. Esto le dio resultados a los marplatenses, más el aporte eficiente de Nicolás Lauría y Kyle Lamonte (entre los tres totalizaron 18 puntos en el primer parcial).

Por el lado de los cordobeses, todo se resumía a lo que podían hacer Matías Lescano y James Williams, tras el sacudón inicial y de llegar a estar 13 puntos abajo, a falta de 4:25 para el final de los diez minutos iniciales. Tanto así, que con un gran triple del número cuatro del “griego”, la historia se cerró 24 a 15 para los dirigidos por Sergio Hernández.

Después del primer descanso corto, Atenas entró a la cancha con otra actitud, pero esto duró poco y Peñarol volvió a controlar el juego y el tanteador. A pesar de los recambios planteados por Sebastián González y de los puntos de Williams, el equipo de barrio General Bustos continuaba sumido en la desesperación y en la falta de ofensivas claras.

Los marplatenses llegaron a tomar una deferencia de 24 puntos, a falta de tres 3:30 para el cierre del primer tiempo. Ese cachetazo, pareció hacer reaccionar a lo verdes con algunas conversiones de Williams y Greg Lewis, pero ese leve despertar era vapuleado otra vez por Gutiérrez (totalizó 20 puntos en el primer tiempo), que a esa altura del juego estaba intratable, sellando la primera mitad 55–32.

Y llegó la segunda parte. Atenas debía despertar urgente y tratar de recuperar terreno si quería mantenerse con expectativas en este partido. Pero la historia no cambió demasiado y al margen de las ganas y la fuerza que trató de imponerle el visitante, nunca llegó a poner en peligro la victoria de Peñarol, que siguió manteniendo altos porcentajes en sus lanzamientos de dos puntos y desde los 6,75, liquidando de esa manera un segundo tiempo que pareció estar de más y sentenciando la historia por un contundente y cómodo 95 a 64.

Contundente desde la defensa / Marca Deportiva

El equipo que dirige Sergio Hernández dominó en defensa y ataque y se llevó el triunfo por 95 a 64 ante Atenas de Córdoba que cometió errores en el inicio y jugó su peor partido de la temporada. Peñarol fue contundente, seguro en su juego y logró una ventaja inmediata, ya que desde su defensa pudo armar un ataque dinámico liderado por Leonardo Gutiérrez, autor de 23 puntos y certero desde el perímetro (7/12 58%), Kyle Lamonte y “Tato” Rodríguez, además del aporte en la pintura de Martín Leiva.

EL local comenzó certero en su juego con “Tato” Rodríguez posteandose y desde el perímetro con Leo Gutiérrez. Por su parte, Atenas estuvo algo impreciso en sus pases y lanzamientos, le costó llegar por la defensa cerrada y perdió varios balones que le permitieron el contraataque al local que sacó una ventaja de 11 (18-7) ganando también en los rebotes defensivos. Sobre el final aparecieron también Lamonte y Lauría, para llevarse el primer chico por 24 a 16.

De la mano de Kyle Lamonte y con una buena rotación de balón, Peñarol fue dueño del partido, seguro desde el perímetro sacó 16 (36-20) con un Leo Gutiérrez imparable (6/9 en la primera mitad). Defendió cerrado en la pintura y eso le permitió hacer un ataque fluido con goleo repartido. Atenas intentó con Williams y Lewis (8 rebotes cada unos), a pesar que a ellos les costó mucho recibir el balón, no tuvo volumen de juego y se vio sobrepasado por la dinámica de su rival. Promediando el cuarto, el local sacó 24 de ventaja (47-23) y se fue al descanso largo arriba por 55-32.

Atenas salió al tercero con una marca más ajustada que le funcionó en los primeros minutos porque Peñarol supo como romperla con “Tato” Rodríguez y Martín Leiva (66-40). Bruno Labaque intentó con su experiencia remontar la situación y anotó 6 puntos seguidos pero no le fue suficiente porque sus compañeros no lo pudieron acompañar. De esta manera, el conjunto de Sergio Hernández siguió al frente y cerró el parcial con un triple de Martín Leiva para demostrar el dominio en ataque de todos los sectores. (73-46)

Los últimos diez minutos fueron un trámite para Peñarol, sin embargo Sergio Hernández se mostró serio y concentrado a pesar de la superioridad de su equipo. Por su parte, Atenas insistió desde el perímetro aunque ya estaba todo dicho porque la ventaja que logró cada vez era mayor. Los minutos pasaron y la victoria se hizo realidad por 95 a 64, que le significó a Peñarol haber logrado el primer punto de la serie.

El próximo viernes ambos se volverán a ver las caras. Atenas con la presión que le significó haber perdido el primer juego de la serie por una amplia diferencia, pero con la posibilidad de aprender de los errores y hacerse fuerte y Peñarol buscará otro triunfo que le permita viajar a Córdoba con dos puntos a su favor.

Peñarol, con el pie derecho / LNB.com.ar


Peñarol no le dio posibilidades a Atenas en el primer partido de la serie final de la Liga Nacional, derrotándolo por 95 a 64, con una tremenda actuación de Leo Gutiérrez.

El equipo dirigido técnicamente por el Oveja Hernández demostró ser mucho más agresivo en el primer período del partido y terminó llevándose una victoria inapelable ante un Atenas desconocido que nunca encontró el rumbo del juego.

El primer cuarto marcó la tendencia de lo que sería todo el desarrollo del partido. Con un parcial de 15 a 5 en los primeros cinco minutos, Peñarol empezó a ser el dominador de las acciones con mucha claridad. La segunda mitad de ese período mostró una leve levantada del equipo cordobés, que a pesar de la diferencia en el marcador forzó situaciones como para revertir el partido. Igualmente, y más allá del intento de Atenas, el milrayitas cerró el parcial 24 a 16 en su favor.

En el inicio del segundo cuarto no hubo demasiadas variantes en el lineamiento del juego. Leo Gutiérrez terminó de meterse por completo en las finales y provocó la euforia de la gente con su efectividad en tiros de tres puntos (4 en el cuarto, 6 en el primer tiempo). Peñarol terminó de sacar definitivamente a Atenas del juego y cerró la primera mitad con un contundente 55 a 32.

Difícil era pensar en una levantada del conjunto de Sebastián González, teniendo en cuenta la noche que estaba pasando Peñarol. Por eso, el inicio del tercero terminó de cerrar la historia y el pensamiento utópico sobre una posible levantada griega. Con un porcentaje de triples impecable, los marplatenses terminaron de apabullar a su oponente y el partido terminó ahí, más allá de los diez minutos que restaban jugar del último cuarto. 73-46 y primer punto de la serie para Peñarol.

El cuarto período fue más de lo mismo. Peñarol terminó de demostrar su sólida conducta de equipo y logró coronar una noche inolvidable con un resultado mentiroso para una final de Liga Nacional. El 95 a 64 que arrojó el marcador no es el resultado real que se van tener en el resto de los partidos finales.

Por lo pronto, Peñarol arrancó con el pie derecho, desmoronó el sueño de Atenas de quedarse con el primer juego en Mar del Plata y significó el 1 a 0 en la serie, para estar un paso más cerca del bicampeonato.

Peñarol (95): Sebastián Rodríguez 15, Kyle Lamonte 18, Nicolás Lauría 5, Leonardo Gutiérrez 23 y Martín Leiva 13 (FI) Alejandro Reinick 0, Facundo Campazzo 4, Mariano Fierro 0, Selem Safar 8, Alejandro Diez 2, Matías Sesto 5 y Mauro Cerone 0 - DT: Sergio Hernández.
Atenas (64): Bruno Lábaque 13, Miguel Gerlero 2, Matías Lescano 7, Gregory Lewis 8 y James Williams 13 (FI) Mariano García 5, Juan Manuel Rivero 3, Diego Gerbaudo 3, Felipe Pais 2, Bruno Barovero 5, Pablo Orlietti 2 - DT: Sebastián Rodríguez
Parciales: 24-16, 55-32 (31-16), 73-46 (18-14)
Arbitros: Fernando Sampietro, Alejandro Ramallo y Oscar Britez
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”
BasquetPlus
Fotos:Ligateunafoto

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog

Datos personales