Partido clave en Miami. Chicago nunca había perdido tres partidos seguidos en la temporada y enfrentaba este encuentro con dos derrotas consecutivas. Una caída más lo ponía al borde del abismo.
Lo contrario ocurría del lado de los Heat. Un triunfo les daría una ventaja muy difícil de descontar y la confianza suficiente como para ir al quinto juego en Chicago con la tranquilidad de tener la chance de definir en casa.
La presión jugó de entrada en contra de Miami, que se vieron desbordados por el ímpetu de los Bulls, que se escaparon 11 arriba en el primer cuarto (19-8), con gran defensa y protagonismo repartido en ataque.
Pero no le duró mucho, porque el local, justo en ese momento, clavó un parcial de 14-0 para pasar al frente en el inicio del segundo período. Las rachas, a la orden del día, le volvieron a dar el liderazgo a la visita por 9 (37-28), pero la primera mitad terminó muy equilibrada: 46-44 para Chicago.
En los Bulls, Deng estaba encendido y por eso otra vez se fue adelante Chicago por 9 en el tercer cuarto, mientras que Miami extrañaba a horrores la mejor versión de Wade, una sombra hasta allí.
LeBron decidió tomar el control de la situación, pero no le alcanzaba solo. Fue entonces que se hizo presente un actor de reparto que, esta noche, se llevó la estatuilla. Mike Miller entró derechísimo y clavó 5 puntos seguidos para darle el liderazgo a los Heat después de mucho tiempo (70-69).
Estaba todo terriblemente parejo, pero pudo definirse en el reglamentario, cuando James cometió una falta en ataque a 8 segundos del final, con el tanteador 85 iguales, y le dio el cierre a Rose.
El base, defendido por LeBron en todo el último cuarto, pecó de joven y quiso ganarlo él, buscando un tiro imposible sobre James que pasó lejos. Alargue.
Allí, tras arrancar con dos tiros errados, sonó el despertador del ídolo local, Dwyane Wade. Primero metió un tiro de su marca, lanzándose hacia atrás, después le robó un balón a Rose y la coronó con un tapón tremendo a Deng cuando estaban 95-89 arriba y faltaban 53 segundos.
El estadio se caía de la euforia y fue una señal clarísima que no era la noche de los Bulls. Para cerrar la noche, Wade le metió otro taponazo a Rose (su cuarto de la noche) y explotó la popular.
Terminó 101-93, James fue el mejor de la cancha con 35 puntos (13/13 libres), pero Wade se llevó la mayor ovación de la noche por su cierre, pese a sus números bajos (14 puntos, 5/16 de cancha). En Chicago, Rose completó una noche negra pese a sus 23 puntos, porque lanzó 8/27 en cancha (2/13 en el último cuarto) y perdió 7 pelotas.
Serie 3-1 para Miami, que el jueves visitará el United Center buscando su clasificación para las finales de la Liga, algo que solamente logró en la 2005/06, cuando se coronó campeón ante Dallas. ¿Se repetirá la historia?
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