Doloroso. No es fácil volver a escribir sobre la nueva lesión del Gringo Andrés Pelussi. El ala pivote de Libertad se había roto el tendón de Aquiles de su pierna derecha en Mar del Plata en febrero de este año, lo que le costó el resto de la temporada.
No era la primera lesión seria en la carrera de este tipazo, que lamentablemente nunca fue acompañado por la suerte, ya que hace varios años también había tenido un grave accidente automovilístico que requirió una larga recuperación.
Ante Obras, corría el tercer cuarto y la herida que marcaba la historia de su tendón de Aquiles le explotó y el Gringo quedó muerto de dolor en la cancha.
"¿Por qué a mí?", se le escuchó decir. Y la verdad es que es algo difícil de entender. Por qué tanta mala suerte para uno de los mejores tipos que tiene esta actividad.
En principio, a Pelussi lo operarán mañana miércoles en San Isidro, donde fue llevado desde el estadio de Obras.
Al Gringo ya no se le puede pedir fuerza, porque la tiene. Pero sí que tenga la mayor capacidad posible para no tomar decisiones rápidas. Ojalá su espíritu se lo permita.
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Aguante el Gringo, desde Peñarol, toda la mejor
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