Enorme victoria de Obras Sanitarias. El plantel que dirige Julio Lamas recuperó la historia grande de la institución de Núñez y sumó a sus vitrinas el primer trofeo internacional desde la William Jones de 1983. Vencieron 80-77 a Pinheiros en San Pablo, con todo lo que significa ganar una final en Brasil. De hecho, Atenas y Olimpia eran los únicos equipos argentinos que lo habían logrado previamente.
El encuentro se inició con mucho goleo de ambas partes, aunque con algo más de inspiración del lado local. Los paulistas, apoyados por un público numeroso –no se cobraron las entradas-, tuvieron a un productivo Olivinha (10 puntos en la mitad inicial), que junto a André Goes (8 con 2/3 triples en ese lapso), lideraron una ventaja máxima de siete puntos.
Los porteños respondían con la inspiración de Alejandro Alloatti (5/5 dobles en el primer tiempo), la dinámica de Junior Cequeira (8+2 asistencias) y el goteo de William McFarlan, que sin un gran porcentaje de cancha se las arreglaba para conseguir puntos (8) y rebotes (6) importantes.
Después del prolífico 29-27 de los primeros diez minutos, apareció en escena Juan Gutiérrez, seco en el parcial previo, pero aportando dos triples que solidificaron un incipiente dominio tachero.
Los locales empezaron a extrañar el goleo de Shamell Stallworth (1/2 de cancha en 20 minutos) y su 4/14 global en triples marcaba el fracaso ofensivo. Por eso, el equipo argentino se fue al descanso largo en su mejor momento -47-39 arriba- y con las mejores perspectivas.
Pinheiros achicó a 47-43 apenas iniciado el tercer parcial, pero Obras volvió a ser más efectivo tanto en el ataque como en la defensa. Controló a Stallworth a través de Martín Ossimani y tuvo gol de diferentes posiciones para escaparse a 11: 54-43.
Los locales le pusieron un poco más de ganas a la defensa para limar la diferencia, aun sin tener momentos demasiado inspirados. Más carga al rebote ofensivo y el sacrificio de Morro le dieron la chance de acercarse a cuatro unidades, 60-56, con diez minutos por jugar.
Allí las cosas se complicaron más para los argentinos. Arrastrado por la defensa y la conducción de Juan Pablo Figueroa -que además aportó con 11 puntos-, más lo que generaba Marquinhos en el uno contra uno y un par de perdidas inoportunas de los porteños, Pinheiros pasó al frente 71-70 a 2:59 del final.
A esta altura, los jueces eran otro factor de incertidumbre para la definición del encuentro. Sin embargo, le cobraron la quinta personal a Figueroa a dos minutos del cierre, y el perímetro de Obras pudo aportar entonces cuatro tantos seguidos (vía Cequeira y Ossimani) para mantenerse arriba por 76-74.
La última aparición de Stallworth y el fallo menos feliz del trío arbitral, que además del doble lo sancionaron una falta a Josh Pittman cuando éste ni siquiera estaba cerca del anotador, le permitieron a los de rojo ponerse otra vez al frente, 77-76.
Pero el último minuto fue de McFarlan. Primero, porque hundió 2/2 para devolverle el liderazgo a Obras, y después, porque se desmarcó justo a tiempo para recibir de Ossimani y poner 80-77 a 11 segundos del final, sobre el límite de los 24”.
A Pinheiros no se le dieron los triples hasta ese momento –Olivinha falló uno clave a 33” del final-, y tampoco acertó el último intento, para cerrar 4/22 desde los 6.75 y dejar la segunda edición del InterLigas en manos del que menor jugó esta final, Obras Sanitarias.
Síntesis:
Pinheiros (77): Figueroa 11, Marquinhos 15, Stallworth 15, Morro 10, Olivinha 10 (FI); Fiorotto 8, André 2, Tiaguinho 0. Entrenador: Joao Leite.
Obras Sanitarias (80): Cequeira 14, Ossimani 2, Pittman 6, McFarlan 22, Gutiérrez 15 (FI); Elsener 4, Schattmann 7, Alloatti 10. Entrenador: Julio Lamas.
Parciales: 29-27, 39-47, 56-60, 77-80
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