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miércoles, 27 de abril de 2011

NBA = Manu en La Nación: “El último partido nos dejó desilusionados”


Sabíamos que iba a ser una serie dura. En el primer partido George Hill tuvo un tiro abierto para ganar, de esos que habitualmente se meten y lo erró. Un poquito antes, Shane Battier metió uno en una posición más difícil. Son cosas que pasan en partidos que se definen por poco. Si hubiéramos ganado ese juego, hoy podríamos estar 2-2 y con la ventaja de jugar de local todavía. Ahora, con la serie 1-3 se ve todo más difícil, pero hay que aceptarlo. Es lo que hay. Lo más doloroso es que quedamos desilusionados porque los primeros tres juegos fueron parejos, pero en el último no jugamos bien, no tuvimos agresividad y eso nos dejó un poco pinchados.

Esa es la diferencia. Terminamos calientes en el tercer juego, porque Randolph metió un triple importante faltando poco más de 40 segundos, nosotros cometimos un par de errores y se nos escapó por poco un partido que podíamos haber ganado. Pero la sensación del cuarto juego fue diferente; no te quedás caliente, porque no hubo mala suerte o un pitazo raro. Entonces terminás desanimado. La realidad es que Memphis nos pasó por arriba.

Si repaso el partido de anteanoche, no encuentro un punto específico en el que nos hayan ganado. Puedo decir que en el primer juego ellos se impusieron con la producción de Randolph y Gasol. Pero después lo corregimos bien. El partido 2 y el 3 fueron muy parejos.

En el último, sin ser brillantes, también hicimos un primer tiempo bueno. Tony rompió bien la defensa y metió puntos en penetración, jugamos con buena actitud y todos concentrados. Y después tuvimos un inicio de tercer cuarto nefasto. Fuimos un desastre. Bajamos la intensidad y cometimos muchas faltas. A los cuatro minutos ellos ya tenían el bonus de ir a la línea con los foules y eso entre dos equipos tan parejos es una gran ventaja que Memphis supo aprovechar.

Nuestra filosofía no es ésa, para nada. Fue muy raro. Ahí nos sacaron 12 o 14 puntos, nos desinflamos y se hizo todo cuesta abajo.

Ellos se agrandaron, la gente se enloqueció y nosotros nos desmoralizamos. No puedo decir que nos ganaron con una cosa o con otra. O que éste o aquel jugador nos reventó.

Simplemente fueron un mejor equipo.

Es muy claro qué tenemos que cambiar de ahora en más. No podemos seguir estando estancados, quietos en ataque, sin agresividad. Cuando no movés la pelota y no subís el ritmo de tu juego, no hay forma de ganarle a Memphis. En el segundo tiempo hicimos apenas 18 puntos en un cuarto y medio, perdiendo pelotas y tomando malos tiros.

Evidentemente, al tener nosotros el N° 1 y ellos el 8, todos lo observan como la sorpresa, pero la verdad es que son un gran equipo. Si tomamos los últimos 20 partidos de la temporada regular, Memphis tuvo mejor récord que nosotros y ganaron muchos partidos cuando peleaban la clasificación con Portland y Houston. Tranquilamente podrían haber sido séptimos en el Oeste, pero, como dije en la anterior columna, eligieron jugar contra San Antonio.

Sobre mi lesión, todo sigue igual. Cada vez me acostumbro más a la codera, pero en jugadas muy puntuales, como cuando intento robar una pelota o cuando tomo un rebote, siento dolor, así que no puedo dejar de usarla. Lo mismo cuando me di un par de golpecitos en el codo. Para tirar de afuera no me molesta. Me sentí incómodo con los tiros libres porque no podía flexionar el brazo y cambié un poco la mecánica en el segundo cuarto del tercer juego. Pero no es tan importante porque en los libres la derecha sólo acompaña.

Estando 1-3 todo se ve difícil, pero no nos queda otra que aceptar que esto es lo que hay. La única manera de salir es jugando partido a partido. Si llegamos al sexto, ellos pueden llegar a sentir presión. Pero antes tenemos que ganar el quinto en casa, y para eso tenemos que cambiar mucho después de perder como perdimos.


Fuente: La Nación

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