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jueves, 21 de abril de 2011

TORNEO NACIONAL DE ASCENSO = Palabra de presidente


El presidente de Alvear, Atilio Levitt, contestó las preguntes de www.villaangelahoy.com.ar sobre el gran presente del club que dirige, las relaciones con el poder y sus aportes como institución. Expresó también sus sensaciones a un año de asumir y el optimismo por la campaña que está realizando el equipo del TNA.

Afirma que su labor es difícil pero que la hace con gusto, y que “mucho tiene que ver la gente con la que uno pueda trabajar, confiar y delegar cosas”. Es uno de los grandes responsables del gran crecimiento que ha tenido Alvear en los últimos años. Presidente desde 2010, pero sus inicios como dirigente lo remontan a sus 20, siempre de la mano de su padre Lalo como mentor. Banquero y profesor de inglés, día a día atiende las cuestiones del club que es prácticamente su hogar. Cree que el club puede jugar Liga, pero hay que seguir con los criterios de siempre: “tener los pies sobre la tierra y tratar de cometer la menor cantidad de errores posible”.

¿A qué se debe que Alvear haya llegado en tres años al TNA?
“Ha llegado en tres años, pero creo que el proceso es todavía mayor. Ha habido varios años de trabajo a nivel amateur, donde el club primero participó de torneos provinciales con jugadores propios, surgidos de su cantera. Eso generó entusiasmo en mucha gente y congregó personas nuevas que se esforzaron para ver la posibilidad de subir un escalón. La verdad es que se fueron dando las situaciones, además de los aciertos de la dirigencia en confiar en proyectos.
El resto tuvo que ver con lo deportivo, con los resultados que se dan. Nosotros hemos ganado cada uno de los ascensos en la cancha, que tiene un valor muy alto. Me parece que, más allá de cada gestión que hemos coordinado, el gran mérito se lo llevan los protagonistas y el cuerpo técnico.”

El poder incide mucho en el deporte profesional, ¿cómo son las relaciones del club con el Gobierno municipal y provincial?
“Las relaciones siempre fueron buenas. Ahora, diría que son ideales, porque tanto uno como otro apoya, en la medida de sus posibilidades, cada uno de los emprendimientos del club. Nunca nos dijeron que no a nada que pudiéramos necesitar y siempre se demuestra voluntad. Más allá de las posibilidades que tienen de a veces sí, a veces no, dan una mano para solucionar las cosas, tanto de parte del intendente como del gobernador, que este año hizo una apuesta muy fuerte en el plano deportivo.”

¿Hay algún tipo de presión en cuanto a los espacios que debe ocupar la publicidad oficial?
“No, no. En este caso nos dejan un poco a nuestro albedrío en cuanto a donde colocarla. La tenemos en la camiseta del equipo profesional del TNA y también tenemos un cartel en la cancha. Pero no hay mayor insistencia en la ocupación de espacios o lugares, dimensiones ni nada por el estilo.”

Si el equipo llega a ascender, ¿cree que el Gobierno se volverá a comprometer con el club?
“Yo no tengo ninguna duda de que eso va a pasar. Sabemos la importancia que el gobernador le viene dando al deporte profesional y tener un equipo en la elite del basquetbol argentino para la provincia, y para los parámetros con los que se maneja, me parece que es muy importante. Así que yo no dudo que, llegado el caso, cualquier equipo chaqueño vaya a tener el apoyo que ya vienen dándonos. Además, sería también un premio al trabajo y al esfuerzo de todo el año y a su vez las banderas de la provincia se enarbolarían en toda la república a nivel nacional.”

¿Podría una eventual derrota de Capitanich en las próximas elecciones condicionar el futuro del basquetbol profesional en la provincia?
“Hay dos realidades. Uno no sabe, si no es Capitanich el que gane las elecciones, cuál será la perspectiva o el prisma con el que mirará la cuestión su eventual sucesor. La otra cuestión es que, realmente, si no hay apoyo de este tipo por parte del Gobierno es imposible tomar parte en este tipo de competencia. Esa es la realidad de todos los equipos del Chaco, me animo a decirlo, por lo que uno habla y conversa con los colegas. Así que en ese sentido va a ser imprescindible, ya sea para mantenerse en esta categoría, o si nos toca la fortuna de llegar a la próxima, el apoyo del gobierno.”

¿Cuáles son las dificultades más frecuentes con las que se encuentra la dirigencia a este nivel?
“Las dificultades pasan principalmente por la transición, en pasar de ser un club con deporte amateur a uno de deporte profesional. No es fácil, ya que este nivel exige un tipo de demandas diarias que antes no teníamos. Cada uno tiene su ocupación y su dosis de tiempo que puede brindarle al club y eso nos ha expuesto a la necesidad de contratar a un jefe de equipo, que sí puede estar diariamente evacuando todos los problemas y cuestiones de los jugadores que hay que atender. Amen de eso, hay una constante necesidad de presencia, porque la toma de decisiones es diaria y de a poco lo vamos cumplimentando y adecuándonos a las exigencias que conlleva una competencia como esta, que son muchas y diarias.”

Una innovación profesional que a nivel de torneo provincial y Liga C no había…
“Por supuesto que no había. Si bien en la Liga C teníamos jugadores y entrenador rentado, la diferencia que había con el amateurismo era mucho menor a la que hay ahora donde todo es súper profesional y hay que atender muchas cuestiones que hacen a entender a los jugadores de que esto es un trabajo y por ende las condiciones laborales deben ser las adecuadas. Todos los engranajes tienen que encajar y andar para que el resultado final se dé, pero aun así nada garantiza que llegue. Esto no es, obviamente, una ciencia exacta sino un deporte de oposición donde por más bien que uno haga las cosas si el otro las hace mejor te vence.”

¿Qué posibilidades tiene el equipo de ascender a la Liga Nacional?
“Creo que tiene muchas posibilidades, porque lo fundamental en este equipo es el grupo humano, que está cada vez mejor, yo diría que diez puntos. Eso en un proceso y en un proyecto tiene mucha importancia, por la experiencia es que uno lo dice. El año pasado cuando logramos el ascenso al TNA probablemente nuestro equipo no era en nombres, y menos en presupuesto, uno de los mejores cuatro. Sin embargo, con mucho esfuerzo, mucho sacrificio, imaginación e inteligencia, se pudieron dar los resultados. Este año, lógicamente, el camino es duro pero nosotros demostramos en la cancha que le podemos ganar a cualquiera, de hecho le ganamos a todos.

Obviamente también nos han ganado. Además tenemos, a priori, una ventaja que es la localía en gran parte de este tramo decisivo, que sólo la podríamos perder en una final con Ciclista de Junín. Lógicamente eso tiene mucho que ver, fundamentalmente a la hora de entender que no solamente el campeón va ascender sino que hay una lucha después por el repechaje al segundo ascenso y eso le da muchas posibilidades al que clasificó mejor en la fase regular. Igualmente, todavía falta mucho, se ha dado el primer salto pero esto es un paso a paso y un día a día.”

¿Y la dirigencia se animaría a jugar si se dan los resultados deportivos?
“Seguramente que sí. Uno siempre quiere ganar, quiere llegar y que su equipo este en lo más alto posible, pero siempre con los pies sobre la tierra. Entonces, si la cuestión económica está salvada con un aporte importante de la sponsorización, ya sea estatal o privada, lógicamente el club va a jugar. Pero de igual manera todavía estamos muy lejos y es muy temprano para hacer ese tipo de especulaciones. Preferiría hacerlas cuando la situación se dé realmente.”

La pregunta surgió a partir de la penosa experiencia que tuvo Progresista en su corto paso por la Liga, ¿los dirigentes de la época se apuraron en tomar esa decisión sin tener un sustento económico firme?
“Es muy difícil establecer comparaciones. Estamos hablando de mucho tiempo atrás. La estructura de la Liga era distinta, quizás las posibilidades también. Creo que en ese tiempo Progresista tenía un buen equipo y lo deportivo está siempre latente. Cuando uno sube de categoría debe saber que puede bajar como si nada. Uno juega para ganar, esto es claro, y el día que haya algún tipo de duda en ese aspecto creo que Alvear no va a jugar. Jugar para no ganar no tiene que ver con el deporte.”

¿Qué debería hacer Alvear para que no le suceda lo mismo?
“Uno va tratando, en el camino que va recorriendo, de ir apropiándose de las experiencias que va viviendo, tratar de cometer la menor cantidad de errores posible. Obviamente no somos infalibles ni mucho menos, pero lo ideal es mantener el criterio que venimos manteniendo hasta ahora: tener los pies sobre la tierra, cumplir con los compromisos que se pactan y ser muy cuidadosos en la elección del personal con el que va a contar el equipo durante el año. Siempre nos hemos caracterizado por eso.”

¿Cómo es el trabajo de presidente de un club tan popular a nivel local?
“Creo que el trabajo es difícil en virtud de los compromisos y obligaciones que uno tiene, además de la idea de cumplir con todo como corresponde. Una tarea difícil, pero que uno la hace con gusto. Mucho también tiene que ver la gente con la que uno pueda trabajar, confiar y delegar cosas. Claro está que es mucha responsabilidad porque es un club que este año va a cumplir 90. Hay mucha historia y mucha gente con trayectoria. En este caso nos toca estar a la palestra del básquetbol, pero nuestro club se ha caracterizado por tener una gran función social, ya que además de la primera división, tiene una gran cantidad de jugadores en todas sus disciplinas. En el fútbol, seguramente, somos el club con mayor cantidad de chicos de la liga, en el voleibol también.

Tenemos un campo y escuela de golf donde mucha gente practica, organizamos carreras de autos, contamos con cancha de bochas, karate. La verdad es que el club es grande y tiene, lógicamente, varios problemas de expansión y tamaño que va adquiriendo a medida que pasan los años. Por supuesto que a uno le gusta que la institución crezca y cada vez tenga más gente, que me parece que es el mayor capital que puede tener. Más allá de la cantidad de ladrillos que pueda tener un club, no es ese su verdadero capital, es puro material y es la gente la que lo hace grande. En estos años Alvear ha logrado que la gente se acerque y que tenga algo para gritar, algo para festejar que antes no tenía. En ese aspecto me siento muy contento.”

Es complicado conformar a todas las disciplinas. Sin duda, la apuesta mas fuerte está ahora en el básquet y en el fútbol no hay una inversión de esa magnitud.
“No hay una inversión fuerte porque no la requiere. Al fútbol se lo apoya mucho, la comisión directiva banca mucho la gestión de la subcomisión. De hecho, el club se hace cargo de varios de los gastos que conlleva el funcionamiento de la disciplina. Pero no podemos pensar, por ahora, en participar de torneos nacionales porque los presupuestos son muchísimo más altos que los del básquet. Lógicamente son equipos con mayor cantidad de profesionales, estamos hablando de entre 20, 25, mientras que en básquet son ocho, nueve o 12, si se considera al cuerpo técnico. Por supuesto que es difícil y a veces uno tiene que tomar decisiones y hacer elecciones. Esta vez ha sido el básquet el que ha dado la oportunidad de trascender a nivel nacional. Además, en el fútbol el camino es mucho más largo, no hay que olvidar que, por ejemplo, en el Torneo del Interior hay más de 300 equipos, cuando en los torneos de ascenso de básquet hay, como mucho, 24. Así que eso también tiene mucho que ver con respecto a la elección de dónde fomentar el deporte profesional.”

¿Qué aporta Alvear además de lo deportivo?
“Es un aporte que no se ve a simple vista ni en lo inmediato, pero que es muy trascendente. Tiene que ver con la contención social y humana que brinda a esta cantidad de chicos y chicas que practican las distintas disciplinas. El trabajo constante en las distintas experiencias de entrenamiento o a la hora de competir, va ayudando a que cada chico vaya construyendo su determinada escala de valores, su disciplina como deportista y a nivel personal. El club da al chico la posibilidad de que, además de hacer deporte, esté prevenido o alejado de alguna manera de cosas que son nocivas para su salud.

No solamente del tema droga que es lo que más de dice y es un flagelo que a lo mejor no está tan difundido acá, sino de otras cuestiones nocivas que tienen que ver, por ejemplo, con el sedentarismo. Hoy por hoy, los chicos pasan mucho tiempo frente a una computadora y el hecho de hacer un deporte, de tener que cumplir un horario, de tener una determinada descarga física, hace que el chico tenga ocupado su tiempo y después tenga que recuperarse. Se alienta a adoptar actitudes activas y no tener tiempo excesivo de ocio. El chico debe tener responsabilidades, saber que tiene que ir en un horario a un determinado lugar y eso va, de alguna manera, modelando la persona.”

Se apuesta a la formación de la persona además del deportista.
“Es lo más importante, lo que siempre se les inculca a los chicos en el club. La cuestión del respeto, la amistad y de los lazos que van creando con sus compañeros coetáneos, que hacen que una vez que tengan que trasladarse a otro lugar, para cursar estudios superiores por ejemplo, o que vuelven a la ciudad por diferentes cuestiones, el chico mantenga ese apego al club y siga teniendo los lazos de amistad con la gente que compartió tanto tiempo. Es realmente un formador de amigos. Sabemos que el hombre es un ser social y el hecho de que esté inserto en distintos grupos sociales es muy bueno para él y el club colabora mucho con eso.”

¿Qué generó, después de tantos años como dirigente, saber que ibas a ser presidente del club de tus amores?
“La verdad, mucha responsabilidad. Una alegría importante. Porque si bien creemos que hay muchas cosas que se deciden y se hacen entre mucha gente, obviamente ser presidente de un club genera mucha responsabilidad y muchas alegrías. No me cambió mucho la vida, porque sigo haciendo las cosas que ya hacía en el club antes de asumir. Pero este es un rol eventual y obviamente tiene su tiempo. Pero sí me cambió en la necesidad de tomar decisiones, de ver otras cosas que antes pasaban por otras personas y ahora tienen que pasar por mí. Pero la verdad que hasta ahora la venimos llevando bien.”

Crónica: Mariano Vallejos - Villa Angela Hoy.
Foto: Prensa Alvear.
Pickandroll

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