Peñarol superó a Boca 87-61 en el partido inaugural de la temporada 2010/2011 de la Liga Nacional, desnudando las falencias de un plantel porteño aún en etapa formación y dejando en claro que tiene entre ceja y ceja el bicampeonato.
El show pre partido consistió en la animación de la mascota Rosco y la presentación de los planteles, iluminados con seguidores mientras el resto del estadio se mantenía a oscuras. Las mayores ovaciones se las llevaron Leonardo Gutiérrez y el entrenador Sergio Hernández, favoritos del público que colmó la capacidad del estadio (la entrada a la bandeja superior fue gratuita).
Luego Eduardo Bazzi formalizó la inauguración agradeciendo la presencia y el apoyo del Gobernador de Santa Cruz, Daniel Román Peralta, y de su Secretario de Deportes, Pablo Perea. Y empezó la 27ª Liga Nacional.
Peñarol la inició sacando las ventajas que en la previa se esperaba que lograra, principalmente porque tuvo mayor efectividad con los aciertos de Marcos Mata (dos triples) y Joe Shipp (9 de los primeros 16 puntos del equipo). El extranjero fue titular y rindió muy bien en esta parte del juego.
Boca no pudo responder con el mismo nivel de acierto, ya sea por deficiencias propias o por los tapones que barrían el aire de la zona milrayita. Por eso no extrañó que los de Hernández se escaparan 17-8 en los primeros seis minutos, que alcanzaran una máxima de 21-10 y que ganaran 23-14 el cuarto.
Lejos de reaccionar, los xeneizes profundizaron sus problemas para anotar, llegando a un piso de 0/10 en triples y un pobre 38% en dobles. Motivados por el éxito de su defensa, los marplatenses hicieron circular la pelota con tranquilidad y fluidez en ataque, y aún sin explotar del todo las facilidades para lanzar (5/17 triples), les sobró paño para sacar un amplio 43-23 antes del descanso largo.
El tercer parcial se inició confirmando que todo dependía de lo que hiciera el equipo campeón, especialmente desde lejos. Y como acertó más de lo que falló le dio el golpe final al encuentro, con la entrada de Alejandro Diez (dos bombazos) y el rendidor Joe Shipp. La diferencia fluctuó entonces alrededor de los 30 puntos, aún cuando Sebastián Vega encontró algo de gol desde lejos y Scott Cutley siguió insistiendo en la pintura, en clara desventaja de altura. El que no apareció nunca fue Cerdric Moodie, que salió al inicio del último cuarto sin puntos anotados y con 0/9 en tiros de cancha.
Los dos entrenadores usaron su segunda y tercera línea en el cuarto de cierre, que transcurrió sin mayor interés que el conocer las cifras finales y ver en acción algunas caras nuevas. Ambos equipos se trasladan a Buenos Aires, donde el viernes Boca será local contra Monte Hermoso, mientras que alargará el viaje por vía terrestre hasta Junín, donde enfrentará a Argentino el mismo día.
- Síntesis:
. Boca Juniors (61): Fernando Titarelli 6, Cedric Moodie 0, Sebastián Vega 15, Scott Cutley 10, Fernando Martina 10 (FI); Nelson Ingles 0, Juan Brussino 4, Marcos D’Elía 2, Mariano Fierro 12, Nicolás Copello 2. Entrenador: Pablo D’Angelo.
. Peñarol (87): Sebastián Rodriguez 4, Joe Shipp 25, Marcos Mata 14, Leonardo Gutiérrez 8, Martín Leiva 13 (FI); Facundo Campazzo 0, Alejandro Diez 8, Alejandro Reinick 2, Selem Safar 2, Nicolás Lauría 6, Franco Giorgietti 0. Entrenador: Sergio Hernández.
. Parciales: 14-23, 23-43, 42-71, 61-87.
. Arbitros: Pablo Estévez, Juan Fernández.
. Estadio: Boxing Club de Río Gallegos (6.000 personas).
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