Pepe Sánchez reconoce que el teléfono arde, que no para de sonar. A esta altura del año es imposible que piense en vacaciones. Su decisión de asumir conducir un proyecto como responsable de la plaza que le corresponde a Estudiantes de Bahía Blanca en la Liga Nacional, lo absorbe durante casi todo el día. Aunque ahora anda un poco más tranquilo, porque, según le dice a LNB.com.ar, “la semana próxima firmaremos todos los papeles con la gente de Estudiantes y se presentarán ante la AdC para que todo quede oficializado. Estamos en una etapa de mucho trabajo, con algunos contratiempos lógicos. Tomar la decisión de no seguir fue algo difícil para la gente de Estudiantes y entregar la plaza no es fácil. Sin embargo, con este acuerdo entre ambas partes le devolvimos la ilusión a la gente de Bahía Blanca, que ve que de quedar afuera de la Liga Nacional ahora pasó a tener un proyecto a largo plazo y con ambición. Renovamos las expectativas”.
- ¿Cuáles son los objetivos que te planteaste con este proyecto?
- Planteamos 3 ciclos. En los dos primeros años buscaremos reinsertar el básquet en la ciudad de Bahía blanca y reestablecer la relación con la gente, al tiempo que buscaremos armar equipos competitivos, con aspiraciones de ir creciendo. Inicialmente buscaremos jugar los playoffs por el título y en el segundo año, si se puede, llegar a semifinales, sería bárbaro. En el tercer y cuarto año allí buscaremos pelear por el título. En los últimos largos años Estudiantes jugó para mantener la categoría y ahora se buscará crecer, aunque el crecimiento va de acuerdo al apoyo económico que se tenga.
- ¿Qué estructura organizativa pensás tener?
- Habrá un coordinador general, un encargado de marketing, otro de comunicación y un jefe de equipo, que me parecen las áreas indispensables de cualquier organización seria. Además, habrá 3 personas encargadas de los proyectos sociales que incluimos en nuestra propuesta: uno relacionado con los clubes de la ciudad, otro con espectáculos artísticos y otro con acciones sociales con sectores carenciados o especiales. En el primer año buscaremos consolidar la parte organizativa, en la que el valor humano será clave.
- ¿Cómo se afronta el tema presupuestario?
- Estamos satisfechos, porque lo tenemos cerrado. Además, firmamos acuerdos por 3 años, lo que nos da tranquilidad a largo plazo. No nos vamos a mover de lo planeado, nos moveremos con cifras reales, pero les garantizaremos el cobro a todos y le ofreceremos calidad organizativa. Para que confíen en el proyecto hay que convencer con los hechos.
- Alguna vez dijiste que en esta Liga solo ganaban dinero los jugadores y los representantes y que los clubes perdían dinero.
- Es un error pensar que el jugador equilibra la economía. Ni ellos, ni los entrenadores ni los agentes van a ofrecer ganar menos. Es el empleador el que debe pautar reglas claras y tomar decisiones que eviten inflar el mercado. La falta de responsabilidad de algunos dirigentes termina perjudicando a los clubes. Por la pasión de hinchas o por presión de la gente la dirigencia asume compromisos que no se pueden cumplir. Entonces, como no hay aval personal, no está en juego el bolsillo del dirigente, todo recae en el club. Hay que apuntar a cambiar la estructura organizativa y que el dirigente avale con su patrimonio los compromisos asumidos. Eso haría que se terminen las locuras. En la Liga está demostrando que los pocos equipos que tienen un dirigente que responde con su patrimonio son los más ordenados.
- ¿Creés que ese cambio es posible con las estructuras actuales?
- Otra forma sería que haya más objetivos para los clubes. Acá los 16 equipos creen que están para pelear el título y desde el momento en que hay distintos presupuestos, habrá equipos con más posibilidades que otros. Algunos están para aspirar a la final, otros, con suerte, para estar entre los mejores 4 y otros, si llegan a playoffs, deben festejar también. Sin embargo, todos se ponen locos para ser campeones y parece que fuera de eso, nada sirve. Hay que romper el círculo vicioso y gestionar profesionalmente el deporte, sin perjudicar a los clubes. Bajar los gastos no es agradable, pero es la verdad. En todo este tiempo analicé el funcionamiento de la Liga Nacional y le encontré muchas virtudes y muchos defectos. El gasto en contratos es un gran defecto. El que quiera gastar más, está en todo su derecho, pero debe hacerlo con avales reales detrás.
- Desde hace mucho en Bahía Blanca se quejaban porque no había apoyo de las empresas y los comercios. ¿Lo ves igual?
- Nosotros tenemos un buen apoyo. Como cualquier ciudad responde a los estímulos y en este caso trabajamos bien para generar ese estímulo y que tanto las empresas como la gente se vuelquen hacia el equipo. Bahía Blanca es mayormente una ciudad que vive del comercio y tiene algunas limitaciones. Hay que estimularla. Afrontaremos una transición lógica hacia la identificación de toda la ciudad con el equipo que pretendemos. No queremos la desaparición de Estudiantes, porque tiene una rica historia, si no la inclusión de la ciudad al equipo.
- ¿Cómo viste a la Liga Nacional desde adentro?
- Desde el punto de vista deportivo está muy interesante, estamos bien. Hay que maquillarle un poco la infraestructura y mejorar la imagen, apostar más al espectáculo para atraer a más gente. Tiene que haber una decisión general de apuntar a eso. El que vio las últimas finales disfrutó de un producto de categoría. Por eso hay que emparejar hacia arriba, no hacia abajo.
- ¿Van a remodelar el estadio de Estudiantes?
- Sí, vamos a iniciar algunas reformar para presentarlo mejor. Hay que arreglar los vestuarios, montar una sala VIP para actos corporativos con los sponsors y una sala de prensa. Vamos a hacerle una lavada de cara general y apuntaremos a mejorar la iluminación y el sonido.
- ¿Cómo te sentís en la doble función de dirigente y jugador?
- Algo de experiencia tengo de hacer cosas paralelas, porque mientras jugué estudié y después encaré varios negocios particulares. Serán vitales estos meses antes de la pretemporada para dejar todo armado con el grupo de trabajo. Allí cada sector se encargará de su tarea y yo me implicaré solo en jugar. Después, se sabe, esto es un negocio. Seguramente invertiré mucho tiempo y perderé plata… (se ríe). Ojalá me equivoque, pero seguro que voy a ser el último en cobrar…
Fuente: lnb
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