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martes, 27 de julio de 2010

EMANUEL GINOBILI: " QUE SE YO SI ME VOY A ARREPENTIR"


arrepentir!”
Emanuel Ginóbili, de vacaciones en Bahía Blanca, habló con los colegas de a nueva Provincia y dijo que tiene el sentimiento de pertenecer a un grupo que no lo va a tener durante el Mundial. Aunque adelantó que ya le avisó con anticipación a la dirigencia de los Spurs que en 2011 y 2012 jugará el Preolímpico y los Juegos Olímpicos.

Ciru iba y venía incansablemente, mordiendo una pelotita de tenis. Corría con total desparpajo, disfrutaba, como su dueño, de la libertad que ofrece el inalterable barrio Bosque Alto.
En la montañita de césped, ubicada en el frente de su casa, con remerita y aprovechando el solcito de una tarde bahiense casi primaveral, Emanuel Ginóbili jugaba mano a mano con su perro.
"Cuando estábamos en Rosario empezó a seguir a mi mujer (Marianela Oroño) y después, cuando salía a correr --contó Manu-- o me veía, andaba por ahí, hasta que me conquistó".
--Se puede decir que te siguen hasta los perros, je, je.
--Sí, je. No sabíamos qué hacer, primero creíamos que era una locura y al final decidimos adoptarlo. Lo trajimos a Bahía, hicimos los papeles, lo vacunamos y acá está.
--Es decir, de estar los dos solos, pasaron a ser cinco.
--De dos a cinco, en un año... ¡Somos muchos!
--¿Cómo la llevan con todo el cambio?
--Más tranquilos, acostumbrados a tenerlos con nosotros; obviamente es todo nuevo y genera muchas dudas.
Manu invita a pasar a su casa, amplia, confortable, pero sin lujos. Se lo ve totalmente relajado, abstraído del ruido, las cámaras y la pelota de básquetbol. Es que física y mentalmente se tomó vacaciones.
"No. No subas", le indicó Manu a Ciru, quien intentó trepar al sillón.
--¿Se cumplió todo lo que decían respecto de los recién nacidos?
--No tenía muchos conocidos con mellizos y de a poco van apareciendo. Es difícil, pero tenemos la fortuna de que los abuelos estuvieron conmigo en todo momento y también que nos permitimos una niñera de noche cuando estamos cansados, entonces se hace un poco más llevadero.
--¿Son iguales?
--Deberían, porque son gemelos y tienen la misma carga genética, pero Dante comió más, así que está enorme, más allá de que Nicola está grandote.
--¿Qué hiciste que nunca hubieras imaginado?
--Y... Cambiar pañales a cualquier hora... Un año atrás escuchar llorar dos bebés me alteraba los nervios y ahora es algo natural. Uno va ganando en paciencia.
--¿Y cuando empiece la competencia?
--Ni hablar que va a cambiar. Las prioridades serán otras. Históricamente los días de partido mi casa tenía que ser una tumba durante la siesta y ahora no podrá ser tan así.
--Será una buena excusa para los días que juegues mal.
--Lo que pasa que no soy el único que tiene hijos, je. Pero bueno, tendré que acostumbrarme. Y cuando empiece la liga, ellos van a tener cinco meses y medio; ya van a estar más acomodados.
--¿Dónde te gustaría que crezcan?
--Siempre pensamos que fuera acá, en Bahía. Queremos que disfruten del entorno familiar; uno tiene grandes recuerdos creciendo entre abuelos, tíos y primos. Estados Unidos es muy distinto, pero no sé qué haremos de acá a cuatro o cinco años.
--Tanto vos como Marianela crecieron en familias de clase media, ¿te parece que por tu contexto puede cambiar algo en la educación que puedan darle?
--Depende pura y exclusivamente de nosotros dos. Debemos ser suficientemente responsables para, a pesar de tener una realidad totalmente distinta a la que tuvimos de chicos, que valoren lo pequeño y también no sólo lo material. Igual no será fácil, porque tendrán una realidad distinta al 98% del resto. Ahí tendremos que hacer un buen trabajo.


"No estoy haciendo un retiro anticipado"

--¿Cómo estás de la cabeza en estas vacaciones diferentes? Porque tus compañeros de Selección ya empiezan a entrenar.
--No tengo la presión de ponerme en forma para empezar la concentración, que es como otra temporada NBA, comprimida en un mes y medio. Desde ese punto estoy totalmente liberado, puedo entrenarme más tranquilo y disfrutar de los chicos, pero no será fácil ver al equipo. Cuando empiece el Mundial va a ser duro, porque será la primera vez que los vea desde afuera a todos juntos.
--¿Teniendo en cuenta la cantidad de jugadores que se bajaron del Mundial, ¿qué tan delgada es la línea entre lo que sugiere y exige la NBA para que no participen?
--Para mí no pueden exigir absolutamente nada. Si el jugador quiere jugar, juega. Es así de simple.
--Está bien, ¿pero decidir jugar puede traer consecuencias?
--¿Pero qué le van a decir a LeBron? Yo firmé contrato hace un mes y ¿qué podían decirme? Decidía yo. Es relativo. Uno siente, en ciertos momentos, un sentido de responsabilidad porque ellos nos pagan y demás, pero no hay ninguna obligación, al menos yo no la sentí. Es más, cuando estaba renovando les fui muy claro: "Es muy posible que 2010 no juegue con la Selección, por lo que me pasó en los últimos años y por mis hijos, pero 2011 y 2012 lo juego". Esas fueron mis condiciones. Y llegado el momento no van a poder decir nada.
--¿Es cierto que tenés sentimiento de culpa por no ir al Mundial?
--No dije exactamente eso. Lo que sí, en cualquier momento los chicos van a festejar o van a ponerse mal y yo lo voy a sentir, queriendo darles un abrazo, porque nuestro compromiso es muy fuerte. Pepe creo que ni miró el Mundial, por lo que le dolía no estar ahí. Y el Puma lo vio pero... Es un sentimiento de pertenecer a un grupo que no te va a tener.
--Pero estás seguro de que tendrás revancha.
--Ese es el tema. No estoy haciendo un retiro anticipado. Hablé con muchísimos atletas arrepentidos por haberse retirado antes de tiempo. Yo simplemente estoy salteando un torneo. ¡Qué sé yo si me voy a arrepentir! Sé que voy a seguir jugando, podré estar en Mar del Plata 2011 (Preolímpico) y Londres 2012 (Juegos Olímpicos), entonces, por ese lado sé que voy a recuperarlo.


"Espero que se dé el golpe final para empezar las obras"

--Tenés previsto irte a mediados de agosto, ¿te ilusionás con antes ver algo del estadio?
--Tengo entendido que no se empieza a construir en 30 días. Primero hay que licitar, que es lo más urgente. Falta que se pare la presidenta y diga "entramos en licitación".
--¿Volviste a creer o siempre creíste?
--Siempre creí. Estaba un poco desmoralizado, pensado que no se había avanzado en tres o cuatro años, aún con compromisos y firmas de por medio. Pero esta vez parece que va en serio y espero que se dé el golpe final para empezar las obras. Igual, hasta que no vea un palo ahí...
--¿Pasás de vez en cuando?
--Sí.
--¿Qué te genera?
--Trato de imaginarme cómo será el lugar con ese monstruo ahí. Sin dudas el estadio le dará un notable salto de calidad a la ciudad. Y que yo haya participado para que, de algún modo se haga realidad, es un logro que excede lo deportivo. Bahía no es una ciudad como las de Estados Unidos, que a los diez años, cuando un estadio queda viejo se tira abajo.
--¿Con el proyecto de Pepe notás un aire más renovado en Bahía?
--Sería genial si Pepe logra plasmar su idea, no sólo a nivel bahiense. Esto es algo a nivel nacional, porque Pepe es alguien preparado y que quiere hacer las cosas bien. Esto tiene que llegar a la Asociación de Clubes, a la CABB (Confederación Argentina), porque se tiene que ir mejorando y profesionalizando todo. Tiene que ser un básquet más redituable y que no se trate sólo de una calentura o de un gobierno que ponga plata. Si queremos que el básquet crezca, tiene que ser un negocio.
La charla se interrumpió un instante.
"Hola". Se presenta Marianela, la esposa de Manu. El llanto de uno de los bebés no se escucha más. Los ginobilitos habían liberado un momento a su mamá.
"Les sirvo un café?", ofreció Many.
"¿Me lo llevo a éste?", consultó, señalando a Ciru.
"No, se está portando bien", le aclaró Manu.
Mientras tanto, por el ventanal que tiene Emanuel a su espalda se ve, a la distancia, un grupo de chicos caminando con una pelota de básquet.
--Mirá. Bahía es especial...
--Esta ciudad es única, desde siempre. Hay 21 equipos jugando todos los días, desde Premini hasta Primera. No es normal que suceda en una ciudad de 300.000 habitantes. ¡Es algo tan cultural el básquet acá! En ese aspecto es única. Si tenemos alguien como Pepe que puede dedicar su tiempo y canalizarlo en un equipo de Liga para que los chicos puedan verlo o que se juegue un partido de 38 horas seguidas, por todo eso, entre otras cosas, el básquet ayuda a que se concrete el estadio.
--El estadio multipropósito, no sólo para el básquet.
--Va a ser el mejor estadio cerrado del país. Creo que Bahía y la zona podrán disfrutarlo mucho. Van a llegar espectáculos de enorme jerarquía.
--¿Y los Spurs también?
--Y... Va a estar complicado ahora, je, je. Perdimos un par de años preciosos para traerlos. Me hubiese encantado hacer la preparación con la Selección para Londres; dudo que se llegue, pero bueno, tampoco vamos a estar quejándonos.


"Contamos con un equipo un poquito mejor"

--¿La movida de Miami Heat les sirve de mucho a la NBA y, paralelamente, puede ir de la mano con los resultados deportivos?
--A la NBA le sirve, porque se habló muchísimo y se hizo un espectáculo aparte con el tema de los agentes libres. Cuando empiece la temporada van a estar todos expectantes a ver qué pasa con Miami, o si puede competir con los Lakers, que son los campeones o Boston en el Este. Creo que genera interés. Y que figuras de ese nivel (LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh) se junten también es interesante de ver. Creo que será un gran ejemplo de sacrificio entre ellos y de resignar chapa para un bien común.
--¿Los Spurs mantendrán el mismo perfil?
--Este año vamos a ser igual que el anterior, más Tiago (Splitter). No veo que no tengamos chances. La temporada pasada tuvimos chances y ahora contamos con un equipo un poquito mejor. El tema es no esperar tres meses para empezar a jugar bien. La pateamos todo noviembre, diciembre y parte de enero.
--Venís de una temporada cargada, por la lesión y la renovación del contrato. ¿La próxima podés llegar a ser un jugador distinto?
--Espero. Haber terminado los últimos tres meses bien y poder descansar me va a permitir arrancar en mejor forma física y basquetbolística que los últimos años.
--¿Ahora cuál es la rutina?
--Pesas y cinta. Es un trabajo de carga de peso, de readaptación al trabajo y a mediados de agosto le daré duro hasta octubre para empezar bien fino.


"Quiero mejorar el tiro de media distancia"

"Mirá quién vino", apuntó Manu. Se levantó para abrirle la puerta a su hermano Sebastián y a Raquel, su mamá. Los dos querían disfrutar a pleno la estadía de Manu, Many y, fundamentalmente, de Dante y Nicola. Por eso, saludaron y continuaron camino. Manu se quedó un ratito más.
--¿Te fijas objetivos diferentes antes de cada temporada?
--Individualmente trato de agregarle algo al juego. Los últimos dos años el objetivo era estar sano y llegar bien a los playoffs.
--¿Cada vez más se prioriza ese objetivo?
--Hace dos años, una operación me hizo perder el primer mes y el segundo llegué después de la fractura y sin actividad después de cinco meses. Esta vez, como voy a empezar sano, tengo otra mentalidad, con un objetivo más deportivo.
"Quiero mejorar el tiro de media distancia, en el que yo confíe. Hoy por hoy, cuando tengo que definir lo hago con un triple o una bandeja y el tiro de media distancia lo tengo, pero no es mi fuerte. También busco seguir agregando cosas al tema del liderazgo".
--¿Dentro del equipo?
--Sí. De a poco lo estoy asumiendo más. Me costó mucho por el tema del idioma. No es lo mismo hablarlo en una cena que cuando estás caliente y tenés que decir algo muy puntual. El tema del liderazgo no es fácil. Aunque llevo ocho años en el mismo equipo y con el mismo sistema
--¿Cuánto influye en el liderazgo el nivel deportivo?
--Es muy jodido ser líder cuando no jugás bien o cuando estás de vuelta. Hubo casos de jugadores que fueron grandes líderes, pero cuando empezaron a caer y mostraron un tono medio agresivo, les dijeron "meté un doble o corré más rápido". Michael Finley es un claro ejemplo de líder de pocas palabras. Jugando pocos minutos, el tipo tenía la palabra justa y te hacía sentir bien.


Cambia, todo cambia

--¿Qué cambiarías si volvieras a vivir la explosión que tuviste hace siete años?
--Dejame pensar... Lo que me pasó fue muy gradual. Empecé acá sin jugar, después fui de a poquito en la segunda de Italia, más tarde en la Primera de Italia y campeón NBA...
"En cuanto a popularidad, en la Argentina fue todo bastante brusco. En 2002 fui campeón de Europa, pero ¿quién me conocía? En 2003 salí campeón de la NBA, en 2004 gané el oro en los Juegos Olímpicos y 2005 otro título NBA, con mayor participación.
"Fue un boom muy grande y me agarró en offside. No sabía cómo reaccionar. Esas cosas no te las enseña nadie y no se esperan. Ahora, cinco años después, estoy mucho más tranquilo y bastante menos a la defensiva. Trato de disfrutar un poco más y no tomarlo como una carga. Todas son enseñanzas".


El jueves, al Casanova

--El año pasado se te vio disfrutar mucho en el Partido Solidario. ¿Vas a repetir?
--Mi estado es penoso, voy a tener que entrenar un poquito, pero voy a estar para dar una mano.

Fuente: La Nueva Provincia


Redacción UB

1 comentario:

  1. Muy buen blog, muy buena nota a MANU, un genio.
    Un abrazo, pasate por mi blog si podes

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