El argentino tuvo un buen partido y los Spurs le ganaron a un rival directo en la lucha por el número uno del Oeste. Los Mavs no tuvieron a Dirk Nowitzki. Gary Neal fue la figura con 21 puntos.
Aunque no estuvo Nowitzki, la victoria de San Antonio fue trabajosa
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Si bien todavía es muy temprano para hablar de posiciones y candidaturas firmes, para San Antonio no era un partido cualquiera el de este jueves ante Dallas, de visitante.
Primero, porque es el clásico más importante de Texas y, segundo, porque una victoria le iba a permitir a los Spurs tomar 3.5 partidos de ventaja en la cima del Oeste, ante un rival directo, que encima no contaría con Dirk Nowitzki, por lesión.
Sin embargo, como ocurre muchas veces, la ausencia de una figura potencia a los compañeros y relaja a los rivales. Quizá eso ocurrió un poco en el juego, aunque los Spurs tomaron el control en el segundo cuarto y ya no lo dejaron.
Entre el final del primer período (Dallas 27-24) y los primeros 3 minutos del segundo, los Spurs metieron un parcial de 21-2y se escaparon 45-29. Parecía que se encaminaba a un triunfo sencillo, pero no fue así.
Marion tuvo un buen ingreso, Butler complicó siempre (goleador del partido con 30), y Kidd, cuando estuvo en cancha, supo sacar provecho de su visión de juego para correr y conseguir anotaciones rápidas.
Así, los Mavs achicaron la distancia a 4 (50-46), pero un oportuno triple de Ginóbili le permitió a su equipo irse al descanso largo 7 arriba.
Dallas se puso varias veces a uno, pero no logró concretar la remontada como para pasar al frente y dar un golpe psicológico, y cuando se dio cuenta, los Spurs le habían sacado otra vez 10 (78-68), con otro triple justo de Ginóbili.
Los Spurs ya no sufrieron demasiado y terminaron ganando 99-93. ¿Las claves? La mano caliente de Neal (21 puntos y 5/8 triples), el manejo del juego de Ginóbili, la jerarquía de Duncan en la pintura (17+11 rebotes) y la defensa.
Ginóbili terminó con 15 puntos (0/3 dobles, 4/8 triples, 3/5 libres), 8 rebotes, 3 asistencias y 1 tapón en 30m20s. ¿La anécdota? Los que vieron el partido habrán notado que Manu mascaba chicle. "Tengo una especie de laringitis que me está matando. Si no como chicle no puedo respirar. Tengo que tragar algo constantemente. Es la primera vez en mi vida que juego mascando", le confesó a basquetplus.com. Los Spurs tienen ahora marca de 28-4 y Dallas de 24-7.
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