Sionista volvió a disfrutar de una sensación que le era esquiva, ya que cosechó la segunda victoria de la fase ante Olímpico. Empero, la felicidad de saborear el dulce gusto del triunfo se empañó con una mala noticia, la lesión del alero Juan Manuel Locatelli, quien sufrió la fractura del cuarto metacarpiano de la mano izquierda. Esta situación mandará a boxes al tirador por más de un mes y disminuye al equipo de Svetliza, dado que tendrá dos fichas mayores menos.
Al oriundo de Tres Arroyos ya le aplicaron un yeso en la zona y el aspecto positivo de este contratiempo yace en que no fue necesario acudir a una intervención quirúrgica, dado que no se generó un desplazamiento del hueso y con la soldadura natural será suficiente. El alejamiento por un período extenso de las canchas posibilita a la institución paranaense a acudir a un reemplazo temporario, ya que las lesiones que ameriten más de un mes de recuperación habilitan esta posibilidad, aunque en el mercado no hay nacionales en libertad de acción.
El alero de 35 años y 1,98 metros es el goleador del equipo con 13,3 puntos, además promedia 3,1 rebotes, 1,7 asistencias, 34,9% en triples, 50,7% en dobles y 28,2 minutos en 27 partidos.
LNB.com.ar se comunicó con Locatelli, quien amablemente compartió las emociones que lo abordan en este momento delicado. El tirador contó que “los primeros días son difíciles, ahora estoy cayendo que voy a estar afuera un tiempo importante, lo que te deprime, es feo. Con el paso del tiempo cambiarán las sensaciones y pensaré en ponerme bien. Por ahora esta bastante duro”.
Sionista viene de obtener 2 victorias en los últimos 3 compromisos, lo que origina una levantada en el aspecto anímico grupal, así como significa una optimización del funcionamiento. Justamente, sobre el presente del equipo el jugador aseveró que “la lesión llega en un momento poco propicio, ya que estábamos levantando y habían cambiado las condiciones”.
Locatelli describió el movimiento que causó la fractura al señalar que “me enganché la mano con el brazo de Kanté cuando estábamos peleando la posición, ahí me sonó la mano. Igualmente fue una jugada común de cualquier partido. Seguí jugando pero me di cuenta que algo había pasado, porque escuche el ruido. Al otro día me levanté con la mano hinchada y una radiografía confirmó la lesión”.
Por último el alero narró que “anoche estuvieron todos mis compañeros en casa, están un poco bajoneados, pero hay que salir ya que el equipo está levantando, debemos darle para adelante”.
Fuente: LNB
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