Pocos espectáculos deportivos del mundo pueden darse los lujos que se da la NBA. Y en este All Star Game de Los Angeles estaba todo dado para que se lucieran, aunque la concurrencia de figuras de Hollywood no fue la que esperábamos.
Igualmente, que Lenny Kravitz sea el que arranque el espectáculo con un minirecital no pueden conseguirlo muchos. El morocho empezó con las pilas bien arriba y con su música se presentaron los equipos.
Los del Este, mucho más divertidos, bailaron en el escenario e hicieron tonterías como para agradarle a la gente. Los del Oeste, en cambio, con caras más bien largas (¿será por la mala campaña de los Lakers?).
Manu Ginóbili, de la Argentina, en el medio de todos ellos. Con la bandera mezclada entre las del resto de los jugadores de otras nacionalidades que participaron del show (Alemania, Islas Vírgenes, España, Dominicana).
El público se inclinó por las dos máximas figuras que tiene hoy esta ciudad: Blake Griffin y, cómodamente en el primer puesto, Kobe Bryant, con gesto muy adusto. En primera fila, algunos famosos: Jay Z y su bellísima mujer, Beyoncé, Gene Simmons, Jack Nicholson, Warren Beaty, Dustin Hoffman, el infaltable Spike Lee, Justin Bieber y otros muy conocidos en el ámbito local, pero no en el internacional.
Del juego en sí siempre es difícil hablar en estos casos. Pese a que el Este arrancó más enchufado, el local tomó rápido la delantera con dos protagonistas puntuales: Kobe Bryant y Kevin Durant.
Manu Ginóbili vio acción restando 5m31s para el final del primer cuarto, le hizo una falta enseguida a Ray Allen, erró un triple y después vinieron 3 buenas seguidas: asistencia a Nowitzki, rebote y dos libres anotados después de una pirueta frenada con foul por Horford.
El Oeste se llevó el primer cuarto 37-27 y Manu volvió al banco apenas empezado el segundo, luego de perder un balón y fallar un doble. El juego siguió con Bryant haciendo su trabajo, para con, 21 puntos, llevar al Oeste al triunfo en la primera mitad 76-64.
El comienzo del tercer período fue similar, pero con Bryant entusiasmadísimo en marcar un récord histórico. En pocos minutos, tenía ya 34 puntos, con un cuarto y medio por jugarse, cerquita de los 42 de Wilt Chamberlain en 1962, récord hasta hoy.
El Oeste sacó buena diferencia y Manu volvió a entrar restando 5m, para completar su mejor pasaje en el partido: tres robos seguidos (dos terminaron en gol), un par de asisentencias, una bandeja, algún lujito de faja y mucha actitud.
Se quedó en cancha en el arranque del último período, hasta que Popovich se dio cuenta que si no volvía a poner a Kobe Bryant lo mataban. Lo hizo restando 7m56s y el perjudicado fue Manu, que salió para que entre el MVP del juego, sin dudas.
Con el resultado prácticamente definido, Bryant fue por sus dos objetivos, pero en ese trayecto el Oeste paveó tanto que el Este metió un parcial bárbaro y achico a 6 (137-131) faltando 3m27s.
A partir de ahí se jugó a ganar, a cara de perro. Y al Oeste le costó recuperar la iniciativa. De la mano de LeBron James (triple doble), la diferencia pasó a ser de 2 (137-135) a 2m34s del cierre.
Y entonces apareció el jugador que todo indica dominará esta década: Kevin Durant. Un doble y un triple para darle 7 de luz al Oeste (142-135), para sumar 32 en su cuenta individual.
El Este emparejó otra vez, con buena defensa y el animal de James imponiendo toda su potencia (142-140), pero Gasol cacheteó un rebote ofensivo con mucho oficio, Bosh tiró un triple inexplicable después y la victoria para el Oeste se encaminó.
Fue 148-143 para el Oeste, que recuperó así la victoria tras perder el año pasado en Dallas. Bryant terminó con 37 puntos y 14 rebotes y fue elegido como el MVP por la gente a través de SMS. En el Este, el mejor fue LeBron James, con triple doble: 29 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias.
Manu Ginóbili sumó 7 puntos (2/4 dobles, 0/3 triples, 3/4 libres), 5 asistencias, 3 rebotes, 3 recuperos, 2 pérdidas y 3 faltas personales en 20m43s.
Fabián García / fabiangarcia@basquetplus.com
Enviado especial a Los Angeles (Estados Unidos)
bÁSQUETpLUS
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