El “Azul de la playa” aplastó a Biguá por 94 a 80 y se coronó en la Liga Uruguaya de Básquetbol al liquidar la serie decisiva con un convincente 3-1. Con un tercer cuarto soñado (26-12), el conjunto dirigido por Pablo López sacó ventajas que después conservó para que su gente, que llenó el Palacio, festejara su segunda Liga.
De un aro está subido Nicolás Borselino con una gran botella de champagne. En el otro salta Fernando Martínez, quien se cambió a pesar de una fractura en su mano. Debajo de ellos, miles de hinchas festejan sin importar la edad ni el sexo. El pueblo de Malvín está ahí, junto a su equipo, celebrando un título conseguido sin discusión. Desbordó el Palacio y fue parte de la fiesta.
Entre la multitud se hacen lugar el técnico, Pablo López, y el presidente, César Somma, para darse un abrazo interminable. En el banco López ejecutó una estrategia perfecta y utilizó los jugadores adecuados en las finales, aunque la Liga la comenzó a ganar cuando eligió los norteamericanos. En el sillón Somma apuntaló el trabajo de su entrenador y lo respaldó ante algunos cuestionamientos. Además, cuando armó se el equipo a comienzo de temporada no se fijó en gastos y en el draft, cuando muchos decidieron plantarse, puso la plata para sumar a Joaquín Osimani.
A ley de juego Malvín festejó en las finales un triunfo basado en el mejor juego colectivo y en las mejores actuaciones individuales.
Ganó tres a uno la serie final y en el partido decisivo lo hizo por una ventaja de 14 puntos. Logró su mejor funcionamiento en la etapa más importante de la Liga, ganó nueve de los 11 partidos que jugó en play offs, contó con americanos desnivelantes que además se comprometieron con la causa y tuvo nacionales que supieron cumplir su rol sin caras largas cuando el técnico los sacaba.
En el juego que decidió el título, el quiebre se dio en el tercer cuarto. Después de un primer tiempo parejo, que terminó 47 a 45 a favor de Biguá, el equipo de López anotó un parcial de 26 a 10 lapidario para su rival. En esos 10 minutos Cris Jeffries y Bruno Fittipaldo fueron determinantes. Entre los dos anotaron 14 puntos consecutivos ante un Biguá sin reacción. Ellos se sumaron a un gigantesco Reque Newsome que estuvo incontenible todo el partido.
Con 27 puntos y siete rebotes Newsome fue el mejor de la noche. Fitipaldo aportó 23 puntos, cinco rebotes y siete asistencias mientras Jeffries puso 19 puntos, tomó seis rebotes y dio tres asistencias.
En el último cuarto el espectáculo estuvo en la tribuna. La gente se fue soltando a medida que se acercaba el final hasta que el Palacio explotó al grito de “dale campeón”. Al final la gente copó la cancha. Fue apenas el comienzo de una larga noche de celebración y festejos.
Fuente: www.180.com.uy
Redacción UB
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