Fabricio Oberto seguirá mirando el Mundial por TV desde su habitación del Hilton Hotel de Kayseri, donde intenta recuperarse de un virus que le produjo una gastroenteritis aguda acompañada de algunos grados de fiebre.
Ayer, por segundo partido consecutivo, el cordobés de Las Varillas no pudo concurrir al estadio ni para acompañar a sus compañeros. Tampoco estará mañana ante Jordania y, con suerte, podría regresar el jueves ante Serbia.
¿Qué pasó con él? Nadie, ni siquiera el médico de la delegación, Diego Grippo, sabe bien la causa de su malestar, aunque una de las hipótesis es que Fabricio podría haber iniciado su complicación a partir de haber agregado a su vaso un cubo de hielo. Las recomendaciones en Turquía indican que no hay que beber agua (salvo la mineral), pero el hielo, en los hoteles y en cualquier local gastronómico, se hace a partir del agua de canilla.
El cordobés, de paso, quedó imposibilitado de convertirse en el jugador con mayor presencia en los campeonatos mundiales, ya que si Argentina accedía hasta las finales del torneo (y Oberto tenía asistencia perfecta, claro), habría sumado 35 partidos, superando los 34 que jugó el chaqueño Rubén Wolkowyski entre 1994 y 2006.
Con todo, hay algo que ya nadie le puede quitar: su participación en este Mundial de Turquía lo convirtió en el tercer jugador argentino, junto a Marcelo Milanesio y al mencionado Wolkowyski, en disputar cuatro campeonatos Mundiales, tras su debut en Grecia 1998 y luego haber pasado por Indianápolis 2002 y Japón 2006.
Con Jordania, para asegurarse
Después de la jornada libre de hoy para el equipo argentino y todo el Grupo A, la selección enfrentará mañana al último de la zona, Jordania. De ganar ese juego, Argentina se habrá asegurado, como mínimo, el segundo puesto del grupo. Sólo resignará el primer lugar si Serbia le gana a Australia y luego hace lo mismo con Argentina. Ya no existen chances de triple empate en el tope de las posiciones.
Fuente: Gustavo Farías - Mundo D.
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