Hablemos con números. San Antonio jugó hasta ahora 12 partidos. Ganó 11, 10 de ellos en forma consecutiva, incluyendo el de este sábado ante Cleveland 116-92. Es el mejor arranque de su historia.
Además, está anotando 107.8 puntos de promedio por juego, lo que lo ubica segundo entre los 30 equipos de la NBA, apenas por debajo de Los Angeles Lakers, cómodamente primeros (112.2). Están terceros en diferencia de tantos a favor y en contra (+9.6). También está segundo en porcentaje en triples (43.0) y tercero en asistencias (24.0).
Es sorprendente lo que están haciendo. Es cierto que no son números que puedan reflejar lo que va a ser la temporada, pero está claro que San Antonio se postula como candidato. Dependerá mucho del estado de salud de sus jugadores y de la respuesta de los suplentes, que ante Cleveland fue excelente.
Fue, por ejemplo, el mejor partido de Tiago Splitter desde que llegó al equipo: 18 puntos, 5 rebotes y 2 tapones. El brasileño todavía se muestra atado, pero cuando se libere será de vital importancia para que Duncan descanse más tranquilo. Entre Tiago y Blair deberán cumplir esa función.
Los Cavs fueron rivales duros en la primera mitad, pero la segunda fue un vendaval texano: 52-35 y a otra cosa. Los Spurs repartieron muy bien el ataque: 19 de Parker, 18 de Tiago, 14 de Jefferson (otra de las razones por las que San Antonio anda así), 13 de Ginóbili, 12 de Bonner y 10 de Neal. Ni siquiera necesitaron del aporte superior de Duncan (8).
La planilla de Manu marcó las siguientes estadísticas: 13 puntos (2/2 dobles, 2/5 triples, 3/4 libres), 6 asistencias, 4 rebotes y 3 recuperos en 26m35s. Partidazo del bahiense, e ilusión para toda la comunidad texana, que en los años impares siempre sueña un poco más.
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