La historia de Christopher Jackson en Atenas duró un suspiro y quedó como uno de los papelones del año. El pivote, nuevo refuerzo del Griego, había arribado este lunes a Córdoba y había sido recibido por el jefe de equipo del ‘Verde’, Ricardo Borsini.
Todo bien al comienzo. Jackson fue llevado hasta la clínica Sucre (de Felipe Lábaque). Allí le descubrieron una lesión, pero -según el club- el jugador asumió que jugaría bajo su responsabilidad.
Más tarde, el pivote se instaló en el departamento en el que iba a vivir en Córdoba. Unos minutos después, llegaron a buscarlo para que se sumara al plantel que debía viajar a Formosa pero, también según informa Atenas, el pivote no hizo caso a la orden del equipo ya que se encontraba discutiendo con su esposa, vía chat, porque la mujer le había chocado el auto.
Hubo una discusión, Jackson siguió sin escuchar a los atenienses y el club consideró que la demora y la actitud configuraban una “indisciplina”. Acto seguido, llamaron al agente del estadounidense, le comunicaron la decisión y partieron rumbo a Formosa.
Así, el plantel griego emprendió una larga gira cuyo primer destino es la ciudad de Formosa donde el miércoles enfrentará a La Unión de Formosa por la penúltima fecha de la primera fase.
“Conozco Atenas”
“Conozco esta competencia y se lo que representa este club. Si bien no conozco a mis nuevos compañeros, sé que es un equipo donde se mezcla gente joven con experimentados y que están bien ubicados en la tabla”, había asegurado minutos después de llegar a Córdoba. El amor duró poco.
Fuente: MundoD (La Voz del Interior)
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