LNB - SEMIFINALES - BOCA DERROTO A REGATAS Y FORZO UN CUARTO PARTIDO

Boca Juniors derrotó a Regatas por 72-61 en el tercer juego de una de las semifinales de la Liga Nacional. La serie continúa favoreciendo a los correntinos por 2-1. El cuarto partido se jugará el próximo sábado nuevamente en el Luis Conde de la Ciudad de Buenos Aires. En el local hubo varios puntos altos, como Daniel Santiago (17 puntos y 7 rebotes), Federico Van Lacke (14 y 5 asistencias), John De Groat (13 y 6) y Federico Aguerre (10 y 6); pero el jugador clave resultó Maximiliano Stanic. El base le dio orden al equipo y fue fundamental en la defensa sobre el perímetro rival. Al final terminó con 6 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y 6 recuperos. El primer cuarto hay que dividirlo en dos, con un claro dominio de Boca en los seis minutos iniciales, y un Regatas que lo terminó emparejando desde la rotación. Pintaba para el local, bien parado atrás, presionando la salida y siendo altamente efectivo. La visita se recostó en zona en ese lapso, pero Boca apostó al juego interno con Daniel Santiago (8 puntos) como la primera opción. La fórmula le dio buenos dividendos porque el puertorriqueño se encargó de lastimar cada vez que recibió el balón, bien asistido por un impecable Stanic. La visita lució apresurado y le costó hacer pie, tanto que le tardó tres minutos en anotar sus primeros puntos (triple de Calderón). Para completar un panorama negativo, en dos jugadas prácticamente consecutivas Regatas se quedó sin Martínez (cometió su segunda falta) y Kammerichs (sufrió un codazo de involuntario de Santiago que impactó de lleno en el rostro y le produjo un corte profundo). Con un triple de Stanic el local estiró la diferencia restando 4m10s (16-3). Con el ingreso de Ferreyra, Meyinsse y Gerlero cambió la historia para los dirigidos por Casalánguida, que dejaron de perder balones, no dieron tantos espacios en defensa y fueron más criteriosos en el aro de enfrente. Así en solo tres minutos, Regatas terminó por equilibrar las acciones. Gerlero logró un par de rompimientos, Ferreyra sumó de tres y Quinteros anotó sus primeros puntos. Boca perdió la lucidez del principio y solo pudo anotar un libre en cuatro minutos. El segmento finalizó 17-13 favorable al local. La calidad del partido bajó considerablemente en el segundo capítulo. Se hizo más emotivo pero al mismo tiempo muy pobre, especialmente por el lado de Regatas que estuvo muy lejos de su condición de número "1". Si hay que darle crédito es al aspecto defensivo de los dos. Boca perdió peso ofensivo, porque Santiago estuvo más contenido y nunca más volvió a prevalecer en la pintura, y cuando lo hizo fue frenado con faltas de las cuales no logró sacar provecho (0/4 libres). Aún así fue importante en la lucha área, que fue dominio exclusivo del xeneize (ganó los rebotes 22-13 en el primer tiempo). Regatas llegó a achicar a uno (21-20) con un triple de Romano, pero las pérdidas (11) y la falta de eficacia le permitieron tomar aire a su rival. Liberado de la función de conductor, Hopson terminó siendo el mejor jugador el local en el cuarto. Metió cuatro puntos combinados con dos de Van Lacke y Boca sacó siete restando 3m52s (27-20). Los correntinos siguieron con sus dudas y sus pérdidas, y así vieron como volvían a quedar en desventaja. En la última jugada Hopson penetró la defensa, pasó entre varios rivales y terminó depositando el balón con una bandeja agónica para ponerle punto final a un cuarto bastante pobre: 31-24. El arranque del segundo tiempo fue similar al primero. Boca salió de vestuarios como una tromba, llevándose por delante todo lo que tenía enfrente. Encontró el gol perimetral con Stanic y Van Lacke (sendos triples), y el rompimiento de De Groat. Y hasta se dio algunos lujos, como lo fue una volcada tremenda de Santiago tras una exquisita asistencia de Stanic. Precisamente el base fue quien se encargó de asumir el liderazgo con mucha actitud para establecer la máxima de quince (41-26) restando 7m20s. Regatas no tuvo consistencia y si bien intentó reaccionar, lo hizo más con arrestos individuales que colectivos. La diferencia se mantuvo en la misma distancia, con un Boca que la administró casi hasta el final. Sin embargo volvieron las lagunas y los apresuramientos para el local. Al solitario trabajo de Kammerichs, Martínez y Romano se sumaron Washam y Meyinsse. Martínez dejó su lugar a Ferreyra, y este último volvió a tener peso en ataque. Justamente con un triple del base suplente, y un recupero y posterior doble de Washam, la visita logró lo que parecía imposible hacía dos minutos atrás, reducir la diferencia a un digito para cerrar el cuarto siete puntos abajo: 50-43. Apoyado en el protagonismo ofensivo de Van Lacke y De Groat, el local volvió a incrementar la ventaja en el comienzo del último capítulo. Boca tuvo que rotar el balón ante la presión visitante, pero aún así fue más claro y preciso. Ante la falta de efectividad en el perímetro, en parte por la falta de espacio que le dio su rival, los correntinos dependieron de los que podían hacer sus hombres grandes, léase Calderón, Meyinsse y Romano. Boca lo fue quebrando con el correr de los minutos, en base a la defensa y a la velocidad de sus hombres. Un triple de Aguerre que elevó la diferencia nuevamente a quince (69-54) restando tres minutos terminó por sentenciar el partido. Boca fue un claro dominador de principio a fin, aún cuando experimentó un bajón al final de los dos primeros cuartos. Cuando se tranquilizó y armó mejor las ofensivas, redujo las pérdidas y logró consistencia, estableció claras diferencias ante su adversario. La versión de Regatas fue muy pobre, nunca pudo hacer pie, remó todo el partido de atrás, amagó con reaccionar, se puso en juego en varias oportunidades, pero nunca tuvo el comando. Sus jugadores claves estuvieron por debajo del nivel y la cantidad de pérdidas (22) fueron un problema sin solución. Roberto Martín