En una charla que mantuvimos con el experimentado base, licenciado en comunicación, dijo: "Estoy muy bien en San Lorenzo, estamos en los inicios de la pretemporada, la ciudad me sorprendió para bien, es linda y tiene la tranquilidad de los pueblos, para mi es fundamental porque vengo de Capital donde se vive a otro ritmo, el primer impacto es muy bueno".
Cuando le preguntamos si jugando el Torneo Federal pensó en algún momento que podía convocarlo San Lorenzo, Olmedo respondió: "Estando en Capital con mi familia, siempre pienso en seguir estando cerca, lo veía dentro de las chances, soy muy amigo de Federico (Pollio), quien me había hablado de la ciudad y de la gente, es bueno que haya ascendido y que Chivilcoy que en años anteriores estuvo en los primeros planos nacionales vuelva a tener un equipo en el TNA".
Al hablar de cómo está compuesta su familia, el jugador dijo: "Mi esposa y dos nenas de 7 y 6 años (Florencia y Guadalupe), ellas siguen en Buenos Aires, pero estamos cerca y tanto yo como ellas viniendo a la ciudad estamos en contacto permanente, esto fue importante dentro de la elección de un club para seguir mi carrera".
Al referirse a las diferencias entre el básquetbol de alto nivel y el fútbol, Olmedo manifestó: "Es difícil hacer una comparación, el fútbol está en un escalón infinitamente superior, se manejan números distintos que el básquetbol, son pocos los clubes de primer nivel de nuestro deporte que se pueden acercar, se manejan transferencias millonarias, los futbolistas se quedan con un porcentaje de las mismas; el básquetbol está cada vez más organizado, mueve más cantidad de dinero, en el interior se vive muy fuertemente y está apoyado por municipios o los gobiernos provinciales, lo que es un apoyo muy grande, más que nada en la Liga A, el TNA subió, pero hay una brecha importante todavía; el básquetbol es muy responsable, los clubes tienen que cumplir antes de contratar jugadores los contratos del año anterior".
Sobre las motivaciones para continuar jugando, con cuatro Ascensos en distintos clubes, el jugador respondió: "Si, por supuesto, de lo contrario no seguiría, me encanta jugar al básquetbol, siempre encuentro motivaciones diferentes, a mí la etapa buena me agarró después de los 30 años; me gusta mucho competir y ganar".
Sobre si se ve ligado al básquetbol cuando se retire, comentó: "Algo voy hacer dentro de la actividad, este deporte es una pasión para mí, me gusta verlo, hablar, analizar, todo, asi que en algo voy andar, seguro; mis ganas son seguir vinculado, pero no veo como técnico, porque la vida de ellos es muy complicada, están siempre alejados de la familia, trabajan seis meses y se quedan otros seis sin trabajo; si bien de chico jugué varios deportes, pero después elegí y no cambié más".
Al analizar qué técnico le dejó más, Olmedo dijo: "He tenido muchos, cuando empecé en la Liga Nacional en Ateneo Popular de Versalles en la Liga B, tuve a Roberto Volpi y Álvaro Castiñeira, fueron los que me llevaron y me empujaron para jugar al Liga B, con Álvaro ascendimos con Lanús, son dos técnicos muy importantes en mi carrera; también rescato a Marcelo Richotti y Miguel Cortijo, una dupla bárbara que me marcó en Quimsa, un equipo que buscaba el ascenso, fue la primera vez que me alejé de Capital, con ellos aprendías si o si el puesto de base; ellos me habían visto en la final que jugaron con Ferro, donde yo jugaba, nos ganaron en el playoffs final; también tengo buen recuerdo de Adrián Capelli, Pablo D´Angelo; de todos rescaté cosas, también de los que tuve y no me gustaron; lo más importante es tener buena relación con los técnicos para el ida y vuelta que hace crecer al equipo".
Fuente: Prensa San Lorenzo de Chivilcoy
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