
El campeón en cuatro ocasiones de la NBA anunció formalmente su retiro del básquetbol, con agradecimientos a seguidores y compañeros por su apoyo. “Ahora es el momento para que comience mi nueva vida. Soy el tipo más afortunado del mundo", expresó el ex pívot.
Shaquille O'Neal subió las escaleras a lo alto de un escenario improvisado en el gimnasio de su casa, sacó unas tarjetas con anotaciones y dijo lo que consideró impensable por mucho tiempo: adiós.
O'Neal, de 39 años, oficializó el viernes su retiro en una ratificación de que sus días como jugador habían terminado en la NBA, tal como había anunciado el miércoles en un video publicado a través de Twitter.
Con sus palabras, O'Neal cerró el círculo de su carrera profesional. La concluyó en su casa en un suburbio de Orlando, la ciudad en la que se inició en la NBA en 1992, cuando el Magic lo eligió en el primer turno del draft.
"Jamás pensé que llegaría este día", dijo O'Neal. "El Padre Tiempo finalmente alcanzó a Shaquille O'Neal".
El pivote insistió que su retiro de la NBA es definitivo y que no regresará ni será entrenador para nadie, salvo para sus tres hijos. Así termina su carrera con 28.596 puntos, 13.099 rebotes, 15 participaciones en el Juego de Estrellas, cuatro campeonatos y tres trofeos al Jugador Más Valioso de la final.
Para una última presentación, el lugar fue el apropiado. O'Neal oficializó su retiro en un suburbio de Orlando, en la casa que compró en 1993 y ha sido como su centro de operaciones, incluso después de emigrar a los equipos de Los Angeles, Miami, Phoenix, Cleveland y Boston.
Varios salones en el complejo de 2.694 metros cuadrados (29.000 pies cuadrados) tienen camisetas de otros astros, desde Kevin Garnett al ídolo del hockey Wayne Gretzky, de jugadores de fútbol americano y béisbol y de amigos y rivales en la NBA.
"Este es un día agridulce para la familia", dijo la madre de O'Neal, Lucille Harrison. "Han sido 19 años, pero esos 19 años pasaron muy rápido". Muchas de las personas más allegadas a O'Neal asistieron al acto, como el entrenador de la Universidad Estatal de Luisiana, Dale Brown.
O'Neal agradeció a sus padres y también a sus hijos por no quejarse de los "horarios de papi" y también al comisionado de la NBA, David Stern, por lo que ha hecho en la dirección de la liga.
El futuro inmediato de O'Neal es incierto. Posiblemente trabajará pronto en televisión, pero su salud está primero. Las lesiones le pesaron bastante esta temporada con los Celtics y si su tendón de Aquiles no mejora tendrá que operarse.
O'Neal también estuvo serio por momentos y expresó su agradecimiento a entrenadores como Jackson y Doc Rivers y se dijo orgulloso de que en enero terminaría su doctorado.
A la pregunta al final de la ceremonia de cuál sería su consejo a los jugadores, O'Neal respondió: "Sean líderes, no seguidores".
Fuente: Agencias
Redacción UB
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