NBA = Ricky Rubio fue presentado como jugador de Minnesota Timberwolves

Tras dos años de espera, después de muchas dudas sobre aquella elección 5 del draft de 2009, Ricky Rubio ha sido presentado como jugador de los Minnesota Timberwolves en una rueda de prensa que se extendió durante casi una hora y en la que el base de El Masnou fue preguntado por su juego, sus expectativas y por el cambio que supone abandonar Barcelona para vivir en Mineápolis.

Los periodistas que acudieron a la gran rueda de prensa pudieron disfrutar del inglés de Ricky, que apenas tuvo que acudir a la ayuda de su traductor. Al ser preguntado por la hipotética situación en la que estuviera en el banquillo y no fuera titular, el base afirmó que “lo que me gusta es jugar al final, que es cuando se decide el partido”.

Ricky, que a su llegada al aeropuerto fue recibido como toda una estrella del rock, fue preguntado también por la presión, mediática y deportiva, que va a sufrir durante su primer año. “Soy profesional desde los catorce años” contestó, añadiendo que a él lo que le importa es “jugar al baloncesto”. David Kahn, responsable de la franquicia de Minnesota, le acompañó durante toda la rueda de prensa y quiso apuntar que “sería injusto tratar a Ricky como si no fuera un novato, porque es un novato” y aclaró que, aunque “tiene ese factor especial, hay que tener paciencia con el jugador”.

El español habló de sus diferentes referencias en la NBA. Bases como Chris Paul, Steve Nash o Jason Kidd, quien ya le alabó en 2008 tras la final olímpica de Beijing, y cuya cita fue recordada por un miembro de la prensa local. Además, se definió como “un base de verdad que hace a sus compañeros mejor” y comentó que “lo más importante es que el equipo gane, yo juego para que el equipo gane”, arrancando una ovación de la sala de prensa.

No estuvo solo, pues estuvo acompañado de sus padres, su hermana pequeña y su hermano mayor Marc, jugador de Adecco LEB Oro. Todos fueron debidamente presentados por el propio base catalán. Ricky, que restó importancia a las estadísticas, pues “no lo dicen todo”, tuvo tiempo de bromear sobre el cambio que supone vivir en la cálida Barcelona a hacerlo en la gélida Mineápolis, y se sintió cómodo durante los tres cuartos de hora que duró la presentación.

Llegado, presentado y posado con su nueva camiseta de los Wolves, Ricky ya es un NBA más. El décimo español en la historia de nuestro baloncesto.



Fuente: ACB