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lunes, 20 de junio de 2011

El clásico ya comenzó a jugarse en la fiesta


BUENOS AIRES (por Marcelo Solari, enviado especial). - Las chicanas estuvieron a la orden de la noche. Aunque en realidad, "chicanear" remite a indirectas, y algunas dedicatorias fueron bien directas. En rigor de verdad, Mar del Plata monopolizó la Fiesta Anual de Premiación de la AdC, desarrollada en Buenos Aires, el sábado por la noche. Y el superclásico que retornará en la próxima temporada, ya tuvo su primer capítulo.

La mayoría de los premios importantes de la noche pasaron por los dos equipos de la ciudad, Peñarol y Quilmes, incluyendo los otorgados a los dos campeones: el "milrayitas", de la Liga Nacional "A" de Básquetbol, y el "tricolor", del Torneo Nacional de Ascenso.

Y ese, el momento de la premiación, fue de lo mejor entre las muy buenas cosas que tuvo la fiesta. Porque con Leonardo Gutiérrez como bastonero, pero apoyado por todos, los de Peñarol, luego de recibir el premio más importante de la noche, comenzaron por festejar el logro propio (el "bi"). Pero no faltó mucho para que empezaran a acordarse de los primos que regresan a la máxima categoría, de su orfandad de títulos en la elite, y de muchas otras cosas.

Entonces, del otro lado, azuzados por el propio Daniel Maffei, llegaron las respuestas de Quilmes. Y se gestó un contrapunto digno de una cancha. Con verdadero clima de clásico. Algunos hasta intercambiaron miradas de asombro por la "temperatura" que tomaban algunos cantitos pero, como era de esperar, entre jugadores profesionales, dirigentes y entrenadores, nadie se excedió ni se desubicó. Y cuando la intensidad de los festejos comenzó a decaer, la música convocó a casi todos los presentes a la pista de baile y así retornó la calma a la fiesta.

Una fiesta, como se dijo, de neto corte marplatense. De sus equipos y de sus jugadores. No sólo Peñarol -campeón de la Liga A- y Quilmes -campeón del TNA- recibieron sus premios. También fueron distinguidos Leandro Ramella, como mejor entrenador de la segunda división, Gregorio Eseverri, como mayor robador de balones del TNA, y Leonardo Gutiérrez, como el MVP de las finales de la Liga A. Además, el propio Gutiérrez y el entrenador Sergio Hernández recibieron respectivas distinciones por haberse convertido en el jugador (8) y el entrenador (5) con más títulos en la historia de la competencia.

No recibió su premio Nicolás Ferreyra, quien no pudo asistir a la fiesta pero registró el mejor porcentaje en triples en el ámbito del TNA.

Cómo habrá sido de marcada la presencia marplatense en la fiesta, que el show (espectacular, por otra parte) estuvo a cargo de Carlos García, quien ofreció un magnífico repertorio de música y humor que le significó el unánime reconocimiento de la concurrencia.

Diario La Capital

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