NBA - SE ACABO EL SUEÑO DE LOS SPURS

Si no fuésemos argentinos, el título de esta nota hubiese sido: "De pie, comienza la era de Oklahoma City Thunder". Y es que estos pibes (porque son pibes), juegan tan bien y tienen tanto carácter a su edad que, parafraseando al ex jugador Olden Polynice, "los equipos de la NBA tienen que estar preocupados por los próximos 10 años". Veamos el quinteto inicial: Russell Westbrook tiene 23 años, Tabo Sefolosha 28, Kevin Durant 23, Serge Ibaka 22 y Kendrick Perkins 27. El sexto hombre, James Harden, tiene 22. Y también está Daequan Cook, que tiene 25. Impresionante. Ah, y el entrenador Scott Brooks tiene 46, un bebé para la NBA. Pero hablemos algo del partido. Cuando terminó el estupendo primer cuarto para los Spurs (34-20), había que medir algunos números un tanto distorsionados. Parker no iba a anotar 17 puntos en cada uno de los cuartos, con en ése; Durant no iba a marcar 4, y los Spurs no iban a tirar 13/22 de cancha, incluidos 4/6 triples. Los números siguieron un tanto distorsionados también al finalizar la primera mitad (63-48, tras una máxima de 18), mérito de San Antonio, muy enfocado en no perder balones, con Parker encendido y defendiendo bárbaro. Pero el 9/14 triples, por ejemplo, ¿cómo mantenerlo? San Antonio necesitaba tres cosas básicas que en esa primera mitad cumplió a rajatabla: 1) recuperar el protagonismo ofensivo de Parker (21 puntos hasta allí), 2) no perder balones (3 en los primeros 24 minutos) y 3) hacer un buen balance defensivo para que OKC no pudiera correr. Esto último se vio favorecido por la altísima efectividad y las pocas pérdidas. Dijo Scott Brooks tras el partido: "En el entretiempo les dije que cambiaran el espíritu, que hablaran con el cuerpo". Y los Thunder, pese a su juventud, lo hicieron desde el minuto uno del tercer cuarto. San Antonio vio cerrados todos los caminos al gol. Parker ya no pudo penetrar más ni tirar cómodo, la defensa hizo que el sistema de pases de los Spurs se cortara, no hubo casi chances de rebotes ofensivos y por momentos vivieron de los triples de Jackson y el poste bajo de Duncan. Al perder más balones y errar más, OKC pudo correr y utilizar toda su energía para atacar con más confianza. Y arrancó Kevin Durant, que si bien había terminado la primera mitad con 14 puntos, en el tercer período hizo un destrozo. En 10 minutos, con 13 puntos de KD, incluida una bomba final, los Thunder clavaron un parcial de 31-14 y pasaron por primera vez al frente desde el 6-5 del primer cuarto. ¿Podría San Antonio frenar semejante tormenta? Pudo un ratito, hasta los 2m30s del último cuarto, cuando OKC tomó el liderazgo otra vez del tanteador y no lo soltó más. Westbrook empezó a penetrar con mucha facilidad y a descargar y la ofensiva local se soltó. Fue durísimo para los Spurs. Porque Ginóbili no encontró nunca espacios para penetrar y tampoco tuvo tiros cómodos, porque Parker se enredó en sí mismo, porque Jackson tampoco pudo desnivelar con los tiros abiertos y porque el resto no dio el nivel. A Neal y Diaw le pesó mucho la situación y dejaron rengo a San Antonio. Igual, el equipo de Popovich remó con una cuchara en un mar de dulce de leche y se mantuvo expectante casi hasta el final, hasta el último minuto, cuando estando 103-99 abajo falló tres tiros seguidos (dos de tres puntos), y no pudo meterla. Perkins selló la victoria con una volcada que agotó las fuerzas de la visita. Ganó Oklahoma City 107-99, liquidó la serie 4-2 con 4 victorias seguidas y es merecidísimo campeón del Oeste y finalista de la NBA. Si en la definición le toca Miami, será una de las finales más vertiginosas de los últimos tiempos. Si llega Boston, hay promesa de un duelo apasionante, aunque en cualquier caso los Thunder aparecen como favoritos. Para San Antonio todos los años parece el final de un ciclo y siempre sorprenden, aunque está claro que, para sorprender una vez más, en una temporada de 82 partidos, tendrán que tener un año casi perfecto. Impresionante torneo, de todos modos, para un equipo por el que nadie daba un peso. Kevin Durant, que no salió un segundo del campo, terminó con una planilla de otro planeta: 34 puntos (9/17 de cancha), 14 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones, mientras que Westbrook sumó 25 y el matador Harden, 16 y otra vez un triple decisivo faltando 3 minutos. Por San Antonio, Parker aportó 29, Duncan 25, Jackson 23 (metió sus primeros 6 triples sin fallos). Los números del último partido de Manu Ginóbili (salió otra vez como titular): 10 puntos (2/4 dobles, 2/8 triples), 5 rebotes, 1 asistencia y 3 pérdidas en 35m49s. B.Plus