NBA - MIAMI ES EL CAMPEON

El Heat venció al Thunder por 121 a 105 y se impuso en la serie final, por 4 a 1. LeBron terminó con un triple-doble y fue clave para conseguir su tan preciado primer anillo. Miami fue una pesadilla para su rival, anotando 14 triples, la mitad de ellos, de parte de Mike Miller. Kevin Durant cerró una gran temporada, con otro juego monumental (32 pts y 11 reb), pero esta vez, tuvo poca ayuda. El partido comenzó con una intensidad, digna de un juego decisivo. Ambos equipos defendiendo duro y aprovechando los errores del rival, para forzar la marcha en contragolpe. En esa realidad, el marcador se mantuvo parejo durante los primeros minutos, hasta que en jugadas consecutivas, LeBron James empezó a dejar su marca en el encuentro, con un par de 2+1. La ofensiva de Miami entró en ritmo y al aporte de James, se le sumó una seguidilla de Chris Bosh y lo que comenzaría a ser un factor clave: el tiro externo. Mike Miller trajo dos triples desde el banco, y Shane Battier y Norris Cole también se anotaron con bombas a distancia. En Oklahoma City, Russell Westbrook quería continuar donde había dejado las cosas en el partido anterior, pero desde el comienzo quedó en claro que el Heat había hecho ajustes defensivos para frenarlo y que además, no tenía una noche inspirada. De todas maneras, un par de volcadas de Kevin Durant, hicieron que la diferencia, al terminar los primeros 12 minutos, fuera de solo 5 (31 a 26). Con un buen ingreso de Derek Fisher, el Thunder logró mantenerse cerca en el marcador, durante los primeros minutos del segundo cuarto, pero luego, pasó lo que se venía anticipando que pasaría, si uno veía como estaba jugando cada uno de los equipos: el Heat encaminó una ráfaga de puntos, que finalmente quebraron la paridad. Miller repitió lo del primer cuarto, aportando dos nuevos triples; Mario Chalmers se unió a la fiesta con otro lanzamiento externo; Bosh se encendió en ambos costados y finalmente, una tremenda corrida de LeBron, le dieron a Miami ventaja máxima de 17. Si hasta Shane Battier se le animaba (y con éxito) a una defensa del Thunder, increíblemente endeble. La diferencia se recortó un poco en el final, pero igualmente, tras dos parciales, era de dos dígitos: Miami 59 – Oklahoma City 49. Los de Brooks comenzaron mejor la segunda mitad e ilusionaron al público neutral con un partido parejo. Un triple de Durant y dos aciertos de Ibaka, reducieron la distancia a 5, con 10 minutos por jugar. Sin embargo, eso sería todo para el Thunder… apenas 8 minutos más tarde, la diferencia iba a ser de 26. ¿Qué pasó en el medio? Una nueva lluvia de triples del Heat, aunque en realidad, a esta altura ya era más bien un diluvio. Dos triples de Battier, uno de Chalmers, otro de un encendido Miller y el broche de oro: un bombazo de Chris Bosh. Cada vez que un jugador de Miami recibía con algo de espacio en el perímetro, todos sabíamos lo que iba a pasar después. Para colmo, los de Spoelstra, comenzaron a ir a la línea de libres consistentemente (9 de 10), por primera vez en el juego y ayudados por un Thunder ya prácticamente entregado, comenzaron a definir el partido, la serie y la temporada. Tras tres cuartos, el marcador mostraba al local arriba por 95 a 71. Cualquier esperanza de remontada histórica se vio deshecha en los primeros minutos del último cuarto, cuando Mike Miller continuó con su noche soñada, encestando dos nuevos triples, que estiraron la diferencia a 27. El resto del juego estuvo de más y solamente sirvió para algunos lujos, darle minutos a jugadores que no los venían teniendo y básicamente, para que el Heat consolide una victoria dominante, como lo marca el 121 a 105 final. LeBron James por fin se pudo sacar el karma del “no-anillo” y lo hizo con otra gran actuación, en este caso, un triple doble: 26 puntos, 13 asistencias y 11 rebotes. Más allá de lo de James, la historia del partido fue Mike Miller y sus 7 triples, para totalizar 23 unidades. Esto es aún más destacado, si tenemos en cuenta que el futuro deportivo de Miller es una interrogante, al sufrir fuertes dolores de espalda que podrían alejarlo de las canchas. Si este fue efectivamente su último partido, no pudo haber soñado con un mejor final. Además, Miami tuvo otras contribuciones importantes, como los 24 puntos y 7 rebotes de Chris Bosh (de enorme serie) o los 20 y 8 de Dwyane Wade. En OKC, lo mejor pasó por los 32 y 11 tableros de Durant y los 19 para Harden y Westbrook, aunque haciendo un asterisco para ambos: Harden consiguió la mayoría de sus puntos con el partido ya sentenciado, mientras que Westbrook lo hizo lanzando apenas 4 de 20 de campo. El saldo de la serie deja un justo campeón en el Miami Heat, que terminó ganando cuatro juegos de manera consecutiva y demostrando un gran crecimiento con respecto al equipo que perdió el año pasado ante Dallas, demostrando una vez más, que si se sabe manejar, el fracaso puede ser uno de los caminos más importantes hacia un éxito posterior. El mismo camino que desde hoy, seguramente comenzará a recorrer el Oklahoma City Thunder. Juan Estévez- UB