NBA - Ginóbili genial; Parker y Duncan terrenales, ganó Oklahoma

Los dos partidos en Oklahoma City habían prendido las luces de alarma. La estrategia de Scott Brooks, sobre todo defensiva, le había generado muchos problemas a San Antonio, que esperaba que el cambio de cancha provocara un efecto distinto. La primera medida que tomó Popovich para ver si podía hacer que las cosas empezaran distinto fue poner a Ginóbili de titular, toda una decisión, porque los Spurs funcionan muy bien, normalmente, con Manu viniendo desde la banca, una vez que Parker y Duncan ya tomaron ritmo y confianza. Pop creyó que no había lugar para los riesgos y apostó por Manu. No le salió mal, aunque tampoco demasiado bien, porque aunque San Antonio empezó mejor (15-10), el partido del local era flojo, con muchos balones perdidos y muchos tiros errados. Oklahoma tampoco empezó bien, porque los árbitros se pusieron firmes y colocaron a Ibaka con dos faltas en dos minutos, lo que provocó la salida del héroe del Juego 4. A partir de que OKC tomó el liderazgo en el tanteador 17-15, todo fue cuesta arriba para los Spurs. No la podían meter, Duncan estaba desaparecido, Parker se llevaba todo por delante (nuevamente con Sefolosha encima), y en defensa daban ventajas, sobre todo en el ya conocido rebote defensivo. Los Thunder se llevaron el primer cuarto 26-21 y en el segundo aprovecharon una larga sequía del local para meter un parcial de 10-0 y escaparse a 14 (50-36). Los Spurs estaban irreconocibles, pero así y todo, el 44-52 de la primera mitad fue un regalo. El arranque del tercer cuarto, o el período entero en realidad, fue lo mejor de los Spurs en el partido. Salieron más firmes en defensa, mejoraron la eficacia y, sobre todo, dejaron de perder tantos balones. Así, con dos bombas seguidas de Ginóbili, lejos la figura de la cancha, pasaron al frente después de un buen tiempo, 60-56 (estirada a 62-56 con 2 libres de Leonard). Era el momento del quiebre. Pero dos errores seguidos le dieron vida a OKC (62-61), aunque una nueva ráfaga de Manu le volvió a dar 6 a los Spurs (67-61). San Antonio dependía demasiado de Manu, que tomó algún tiro de más por estar con la mano caliente, pero que fue el alma del equipo en ese cuarto, anotando 14 de sus 34 puntos. Ginóbili salió exhausto con el tanteador favorable a su equipo 69-68 y el cierre del período fue letal para el local. Parcial de 13-3 para OKC, que entraba de esta forma con 9 de ventaja a los 12 minutos de cierre, de la mano de Durant, Westbrook y una defensa asperísima. OKC manejó una diferencia de entre 8 y 13 puntos hasta que se puso 101-88 y parecía tenerlo liquidado, pero entonces apareció el orgullo texano: bomba de Jackson, el único ratito lúcido de Duncan y dos libres de Manu para ponerse a 2 con un parcial de 11-0 (101-99 abajo). Quedaban dos minutos, y fueron los dos minutos de gloria de James Harden. Porque metió el triple del partido a 28s del final, para poner el tablero en 106-101, casi indescontable. Y fue casi porque, tras un doble de Ginóbili, OKC perdió el balón y le dio una vida más a San Antonio, que se la jugó a un triple del bahiense, bastante incómodo, que no entró. Durant sentenció desde la línea y fue 108-103 para los Thunder, que se colocaron 3-2, provocándole la tercera derrota seguida a los Spurs (luego de 20 victorias en fila; primera vez en el año que pierden 3 seguidos). Aunque Durant sumó 27 y Westbrook 23 y 12 asistencias, la figura fue Harden, que trajó 20 desde la banca, con ese triple providencial. En San Antonio, Parker se quedó con 20, Duncan con 18 y toda la banca, pobre, con 22. Párrafo especial para Manu Ginóbili. Terminó con 34 puntos (6/11 dobles, 5/10 triples, 7/8 libres), 7 asistencias, 6 rebotes y 2 recuperos en 38m26s. Perdió 5 pelotas, en su única estadística negativa. El miércoles se vuelven a enfrentar en OKC, con el peso del lado de los Spurs, que buscarán el milagro de ganar los dos juegos para llegar a la final. B.Plus