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martes, 28 de mayo de 2013

NBA - LOS SPURS OTRA VEZ A LA FINAL

A Nocioni le gustaba en Londres que los llamaran los Longevos, y no los viejitos. El calificativo correría igual para estos Spurs, que no paran de asombrar al básquetbol mundial, luego de barrer a Memphis 4-0 en la final del Oeste, consagrándose campeones de conferencia y pasando a las finales de la NBA. Lo que volvieron a demostrar anoche, en el cuarto partido, es cuánto vale el conocimiento del juego, el saber el qué, el cómo, el cuándo y el por qué de este juego, como nadie. Memphis cayó resignado y nunca le encontró la vuelta a la serie, más allá de estar cerca del triunfo en el segundo y tercer partido del enfrentamiento. En el cuarto partido, San Antonio no hizo grandes variaciones tácticas en cuanto a su objetivo primordial: sacar de juego a Zach Randolph, forzarle a su rival a tomar tiros que no le gustan y abrir la cancha en ataque a partir de las penetraciones de Parker. Así, más una defensa muy agresiva e inteligente, se sobrepuso rápido a un buen arranque de Memphis (4-0), para tomar el control del juego en el minuto 5, para no abandonarlo nunca más a lo largo de toda la noche. ¿Cómo lo hizo? Simple. Simple, en realidad, para un equipo como San Antonio. Fiel a los principios básicos: pasarse la bola hasta tener buenos tiros, siendo solidario, corriendo cuando era factible, poniendo el balón donde más le convenía, de acuerdo al momento. Parker, desde el inicio, demostró que estaba en una de sus noches. Hizo absolutamente todo lo que quiso con la defensa de Memphis. La penetró mil veces, anotando en muchas y asistiendo en otras cuantas, generando un desconcierto en los Grizzlies que nunca descifraron. Y es que Memphis tiene agujeros que, para un entrenador híper capaz como Popovich, resulta difícil disimular. Cuando no logra hacerle llegar el juego a Randolph y Gasol, todo se le enrieda. Y como no tiene, al mismo tiempo, buenos tiradores y defensores, no encuentra cómo abrir el espacio en la pintura. Con Allen y Prince es muy bueno atrás, pero no tiene tiro, y con Bayless y Pondexter gana en goleo, pero pierde en defensa. La famosa manta corta. Por eso San Antonio es mejor. Porque tiene muchas más opciones con casi cualquier quinteto que ponga en cancha. San Antonio sacó 12 puntos rápido (24-12), se fue al primer descanso 10 arriba y, en el segundo, siguió controlando el ritmo del juego, sin permitirle entrar en partido a Randolph (2 puntos hasta ahí), aunque cerrando mal, permitiendo que Memphis, con dos triples de Bayless, achicara la diferencia a 6 (44-38). El tercero tuvo dueño absoluto: Tony Parker. El francés anotó allí 14 de sus 37 puntos, con una efectividad increíble, y mantuvo solo la diferencia, sobre todo al principio. Memphis, de todos modos, controló bastante bien al resto y por eso se metió definitivamente en juego con la mano caliente de Pondexter y una ráfaga de Randolph de 5 puntos seguidos (72-69). Pero cerró mal el período. Cuando parecía que el local podía emparejar el trámite, otra vez un ratito de Parker desmoralizó a Memphis, que nadaba contracorriente y nunca llegaba a la orilla. Dos brillantes asistencias de Ginóbili a Duncan le dieron 10 de luz a los Spurs, que empezaron a jugar con la desesperación de su rival, que si bien había recuperado un tanto a Randolph, sabía que con eso solo no le alcanzaba. Memphis dejó ir el partido cuando, restando 4 minutos, encadenó una seguidilla de 5 ataques sin anotar (San Antonio tampoco), desaprovechando la posibilidad de achicar los 6 puntos que marcaba el tanteador de diferencia (89-83). Cuando lo logró con un doble de Gasol (89-86), faltaban 48 segundos, demasiado poco, y Parker, en otra de sus endiabladas penetraciones, recibió falta y lo liquidó desde la línea. En el relato nos fue difícil insertar algunas cuestiones clave: la gran tarea defensiva de Tiago Splitter, tanto sobre Gasol como ocasionalmente sobre Randolph, la tarea multipropósito que siempre entrega Leonard y la ejecución perfecta de un plan brillante. Parker terminó con 37 puntos (15/21 de cancha) y Duncan con 15. Manu finallizó con 6 puntos (1/3 dobles, 0/3 triples, 4/5 libres), 6 rebotes, 6 asistencias y 6 pérdidas en 25m09s. San Antonio ganó 93-86, liquidó 4-0 la serie, ganó la Conferencia Oeste y, por quinta vez en su historia, llega a las finales de la NBA. En las cuatro anteriores (1999, 2003, 2005 y 2007), fue campeón, siempre con Tim Duncan y Gregg Popovich en el equipo y, en las tres últimas, con Tony Parker y Manu Ginóbili. Ahora le espera la más difícil, porque sea Miami o Indiana (más peligroso Miami), tendrá un oponente de altísimo nivel. Los 9 días de descanso que tendrán ahora hasta el primer juego, el 6 de junio, serán fundamentales para armar la base física de una guerra que pinta para larga.

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