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lunes, 10 de junio de 2013

NBA - MIAMI SE DESPERTO EN EL TERCER CUARTO Y APLASTO A SAN ANTONIO

Setenta y dos horas después de sufrir un golpazo, lo primero que generaba el segundo partido era observar la reacción inicial de Miami. Ver cómo le había pegado ese golpe. Ver cómo y quiénes cambiaban la actitud y si tácticamente hacían algo distinto. El comienzo no marcó nada de eso. Una defensa tan agresiva como la del jueves por parte del local (es decir, no muy buena), tiros abiertos cómodos para Danny Green (3/3 triples en casi 4 minutos) y 9-4 para los Spurs. ¿Sorpresa? Sí, porque todos imaginaban un LeBron más ofensivo, más de atacar el aro, y eso no se vio. Sí forzó un poco más Wade y Chalmers tomó los tiros que le dieron, para abrir más la cancha. El tema para San Antonio fue que, en seis minutos, ya tenía las 4 pérdidas que totalizó en el primer juego. Era el número que los Spurs no querían cambiar. Necesitaban mantenerse bajo las 10 pérdidas. Pero Parker no estaba lúcido con el balón, bien presionado, y Miami recuperó terreno rápidamente con un triple de Chalmers y un 2+1 de Haslem. Todo empezaba de nuevo, pero para San Antonio el negocio era claro: mantenerse en juego, no permitir rachas de Miami (las pérdidas no le generaron puntos en general a su rival) y confundir a James con la defensa: invitarlo a hacer cosas que no quiere, a tomar tiros que no le gustan, a pasar el balón. Tras el 22-22 del primer cuarto, Miami aprovechó un par de malos tiros de San Antonio para escaparse a 5 (27-22), pero ahí los Spurs jugaron su mejor básquet, casi sin pérdidas, siguiendo con mucha puntería exterior, sobre todo de Neal, para meter un parcial de 12-2, coronado con un triple de Ginóbili (34-29). Miami lo emparejó con dos buenas descargas aprovechadas por Andersen en la pintura y un par de tiros cortos de Wade. Manu se metió en problemas de faltas y, con su salida, a los Spurs se les complicó el traslado, porque Parker estuvo obstinado en penetrar por donde no podía y, aunque metió tres dobles seguidos, forzó demasiadas situaciones. Chalmers, de lo mejorcito de Miami en la primera mitad, anotó una bomba y, tras otro error del francés, Wade le dio el tanteador final del cuarto: 50-45. En el arranque del tercer cuarto, San Antonio se secó. Parecía que Miami empezaba a construir la diferencia a partir de esa sequía y de la ausencia en ataque de Duncan (54-46), pero elaboró una secuencia de buenos ataques y mejores defensas y clavó un 7-0 que lo puso otra vez ahí, con el intratable Green: 5/5 triples a esta altura (54-53). Tras el minuto de Miami, San Antonio llegó a pasar al frente un par de veces, la última 62-61 tras una bandejita de Green, pero entonces se encadenaron varias situaciones. Primero, las descargas (generalmente de James), empezaron a convertirse en puntos de la mano de Allen, Chalmers y Miller. Segundo, San Antonio se confundió ofensivamente, no encontró aire en la pintura con Duncan (3/14 en los primeros tres períodos), tampoco encontró orden en Ginóbili y poco en Parker. Miami lo usufructuó como no lo había hecho en el juego 1 y sacó 10 de ventaja, para entrar al último período con bastante tranquilidad, aunque sabiendo, por los antecedentes recientes, que no podía desconcentrarse. Ya lo había pagado caro. Y no se desconcentró. Al contrario. Incrementó la presión defensiva y liquidó el partido en tres minutos, para sacar 19 de ventaja (84-65), sin pérdidas y sin necesidad del goleo de James. Minuto de Pop. ¿Intentar el milagro o pensar ya en el Juego 3? Podría decirse que el intento duró un minuto, pero Miami ya estaba exaltado, y la energía la puso toda en la cancha, con James de abanderado (defendiendo, tapando, corriendo, volcándola) y los tiradores calientes. Sacó 27 en un santiamén (parcial de 33-5), con showtime incluido y Popovich tiró la toalla, como correspondía, para guardar a sus soldados para la próxima batalla. Fue 103-84 para Miami, con 19 puntos de Mario Chalmers y 17 de LeBron James, aunque 7 por lo menos vinieron con el partido ya definido. En San Antonio, Green fue el goleador con 17 (6/6 de cancha). El resto, flojísimo: 13 de Parker (5 pérdidas), 9 de Duncan (3/13 de cancha), y 5 de Ginóbili, que tiró 1/2 dobles y 1/4 triples. Además sumó 2 rebotes, 1 asistencia, 1 robo y 3 pérdidas en 17m52s. De las 4 pérdidas del jueves pasó a 17 esta noche y ahí estuvo buena parte de la clave, además de su bajo porcentaje de cancha (41%). La serie continúa ahora en San Antonio, Texas, donde se enfrentarán martes, jueves y domingo, las primeras dos veces a las 10 de la noche (hora argentina) y la última a las 9. Si Miami gana al menos un partido, volverá a la Florida martes 18 y jueves 20 (de ser necesario). Básquet Plus en Estados Unidos Fabián García (enviado especial a Miami)

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