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jueves, 6 de junio de 2013

NBA - COMIENZA LA GRAN FINAL ENTRE MIAMI Y SAN ANTONIO

D628x471esde este jueves, seis años después y con un sinfín de sucesos en el medio, los Spurs y LeBron James, ahora con el Heat, vuelven a encontrarse en una Final NBA. Repasamos las historias que enriquecen la previa de la serie, además de analizar cómo llega cada equipo a la misma, en lo que será la búsqueda de un cuarto anillo para Emanuel Ginóbili. Mucho ha llovido desde la última vez que San Antonio llegó a una Final NBA. Sin embargo, aquella serie del 2007 frente a Cleveland, barrida por los Spurs por 4 a 0, tiene algo en común con esta: LeBron James es el principal jugador a neutralizar en el rival. Claro que ahora la tarea es mucho más complicada para la defensa texana, que enfrentará a un James evolucionado y que de a poco, ha ido superando todas las críticas que lo rodeaban. Desde lo individual, LeBron ya casi no tiene defectos visibles. Mejoró enormemente su tiro externo, así también como su juego de poste bajo y hasta silenció a aquellos que apelaban a su falta de temple, con tiros ganadores en partidos claves, como el del Juego 1 de las Finales del Este ante Indiana. En lo colectivo, el cuatro veces MVP también ha logrado saltear cada obstáculo que ha sido puesto en su camino. Con paciencia y fracasos a espaldas, James fue superando a viejos némesis como los “Bad Boys” Detroit Pistons, los duros Celtics de Doc Rivers y hace poco, el principal de todos sus enemigos: la falta de un anillo, la cual quedó nula tras la obtención de la 2011-2012 ante OKC. Pero aún con todo esto, hay un escalón más que el alero debe subir para pasar definitivamente a la inmortalidad de los grandes: los San Antonio Spurs de Gregg Popovich. Los mismos Spurs que lo pusieron en su lugar en el 2007 y que a la larga, le hicieron darse cuenta que el Mundo (todavía) no le pertenecía. Los mismos Spurs que representan el antónimo perfecto para su juego y estilo. Capacidad individual vs trabajo en equipo, glamour vs eficacia, potencia vs técnica… Hablando de diferencias, hay que decir que Spurs y Heat llegan de una manera muy distinta a estas Finales. Mientras que los primeros resolvieron con un contundente 4-0 su serie ante Memphis, Miami necesitó de un trabajoso Juego 7 para dejar en el camino a Indiana. Mucho se ha hablado de cómo impactarán los 10 días de descanso que ha tenido San Antonio entre partido y partido, pero los puntos positivos, parecen superar a los negativos. Si bien es cierto que en un principio pueden sufrir la falta de ritmo, a la larga, el ser el equipo más descansado y sobre todo, haberle dado 10 días a un genio como Popovich para planear como frenar al contrario, podrían ser la diferencia. Siguiendo con Pop y su preparación, habrá que ver qué estrategia utiliza de cara a la defensa de LeBron. Mientras que muchos entrenadores prefieren concentrar todas sus fuerzas en anular a la súper-estrella, otros prefieren que ese jugador consiga sus puntos y limitar al resto. En el 2007 San Antonio eligió la primera opción, pero con la cantidad de tiradores que tiene Miami y con laderos como Wade y Bosh, doble o triple marcar a James, podría terminar siendo un suicidio. Otra importante interrogante pasará por ver como empareja defensivamente Spoelstra con Tony Parker. En un principio, Mario Chalmers (un buen defensor) sería el principal encargado de marcarlo, pero si las cosas no van bien, no sería raro ver al propio James o incluso a Wade, tener sus minutos sobre el francés. En los papeles ambos parecen tener el físico y la capacidad atlética para frenar al base en el 1 vs 1, pero no olvidemos que los Spurs corren varias jugadas donde Tony pasa la mayor parte de la posesión corriendo entre cortinas sin la pelota, algo que podría acabar desgastando a los explosivos perimetrales del Heat, si efectivamente les toca marcarlo. Si hablamos de puntos claves, para San Antonio lo será el hecho de cuidar la pelota. Puede que Miami no sea la mejor defensa de la liga porque no suelen jugar al 100% todo el partido, pero sin dudas son la más peligrosa. Tal como mostraron en el último partido ante Pacers, cuando están concentrados, los atletas del Heat son una máquina de forzar pérdidas y malos tiros, que terminan resultando en puntos inmediatos en el otro costado. Los Spurs no fueron particularmente cuidadosos con la bola en esta temporada (19°) y el propio Manu Ginóbili, quien ha tenido problemas en ese sentido últimamente, deberá poner su atención total en esa área. Si no lo hacen, se encontrarán corriendo una carrera donde claramente no tienen chances de ganar. ¿Y donde tiene chances de ganar San Antonio, entonces? Es claro, poniendo la pelota adentro. Si Miami ha mostrado un punto débil este año, esa es la defensa interior, con jugadores bajos o livianos como Bosh y Haslem. Los Spurs salen a cancha con un par de gigantes muy certeros en el poste bajo como Duncan y Splitter, por lo que se espera que además de lo que puedan hacer en el perímetro Parker, Manu y el resto de los tiradores, la prioridad para el equipo sea llevar la bola a la zona pintada. En resumen, estamos hablando de unas Finales con todos los condimentos posibles. Dos franquicias con historia e identidad, un pasado entre los protagonistas, dos de los mejores técnicos de la actualidad y jugadores de primer nivel. Ah, y como si esto fuera poco, el incentivo para los argentinos de poder disfrutar a Manu nuevamente en lo más alto del Mundo del básquet por equipos. A abrocharse los cinturones, porque este jueves empieza la última batalla de la campaña. Por: Juan Estévez-

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